Talyn Rose, un estudiante de 14 años de Queensland, Australia, iba a su escuela, caminando, en medio de una terrible tormenta. En un momento, un impresionante rayo cayó de lleno sobre su cabeza y, de no ser por un pequeño detalle, habría muerto en el instante.
Se sabe que un rayo libera hasta 500.000.000 de voltios y una temperatura de 27.000 grados. Pero a su vez, las probabilidades de ser alcanzado por un rayo son de una en 1.600.000.
Sin embargo, el rayo atravesó todo el cuerpode Talyn, pero no le produjo daños. Esto no fue simplemente suerte: un pequeño detalle en su vestimenta fue lo que hizo la diferencia.
Subió por mi pie y salió por mi hombro”, dijo el chico luego de recuperarse. Al recibir la descarga, cayó al suelo y quedó inconsciente. Afortunadamente, el padre de otro alumno lo vio y acudió en su ayuda.
Las autoridades de la escuela llamaron inmediatamente a la ambulancia y a la madre del chico, Michelle Nimmo, que llegó cuando lo estaban por trasladar. Ante el asombro de todos, comenzaba a recuperarse.
Michelle reparó en un detalle de su vestimenta que hizo la diferencia entre un accidente menor y una tragedia: ella asegura que fueron las suelas de su calzado lo que lo salvaron de morir carbonizado. Al ser de goma gruesa, aislaron el cuerpo de su hijo, salvándole la vida.
Los médicos quedaron asombrados al ver la recuperación del joven. Dijeron que es muy afortunado de estar vivo y que nunca habían visto algo así en toda su carrera”, contó la mamá. Incluso recordó que las enfermeras lo bautizaron como el niño relámpago”.