Un inquilino del emblemático hotel New Yorker, ubicado en Manhattan (Estados Unidos), fue acusado de fingir ser el dueño y querer cobrar el alquiler a los huéspedes. A raíz de ello, hoy se enfrenta a 14 cargos de delitos graves y 10 menores por el fraude.
Se trata de Mickey Barreto, un hombre que hace 5 años atrás se hospedó en el lugar y a través de un “vacío legal” logró quedarse a vivir en su habitación de manera gratuita.
Todo comenzó en junio del 2018, cuando Barreto fue a pasar una noche en el hotel de lujo, por lo cual pagó 200 dólares. A la mañana siguiente, solicitó un contrato para quedarse por seis meses, basado en la ley de estabilización de alquileres de Nueva York, pero se lo negaron y cuando él salió de la habitación, le sacaron sus pertenencias y le cerraron la habitación con llave.
A raíz de esto, el hombre de 48 años acudió a la Justicia y presentó una denuncia en el Tribunal Supremo, alegando que había sido desalojado injustamente. Así fue como, mediante un “vacío legal”, le permitieron vivir en el hotel. En aquel entonces, dijo en diálogo con New York Post que “nunca cometió ningún fraude”.
Sin embargo, esto no termina ahí. En ese momento, el New Yorker estaba cambiando de propietarios y Barreto vio la oportunidad perfecta para un plan “maestro”: falsificó las escrituras y las puso a su nombre.
Una vez que logró hacerse pasar por el dueño del lugar, escaló un nivel más y llegó a intervenir algunos documentos para hacer más creíble su versión. Mickey Barreto aparecía como el titular del hotel de lujo en varias boletas de suministros y con esas “pruebas” intentó cobrarles el alquiler a los huéspedes.
La mentira duró cinco años hasta que las personas que se hospedaban en el lugar comenzaron a denunciarlo y tuvo que intervenir la Policía de Nueva York.
Recientemente, fue detenido y acusado de 14 cargos por ofrecer un instrumento falso para presentar una solicitud en primer grado y 10 cargos de desacato criminal en segundo grado.
En sus redes sociales, se define como “líder religioso” y un “hombre de negocios al servicio del beneficio de la humanidad”. En este marco, el 1º de mayo tendrá que presentarse en el Tribunal Supremo para avanzar en su situación procesal.