El presidente Javier Milei participó este sábado del tradicional Tedeum del 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana, en el marco de los actos por el Día de la Patria. Sin embargo, su presencia se vio opacada por un detalle que no pasó desapercibido: el mandatario no lucía la escarapela nacional, gesto que generó una oleada de críticas en redes sociales.
La ausencia del distintivo patrio fue rápidamente señalada por usuarios en distintas plataformas. Mientras algunos seguidores del presidente intentaron justificarlo asegurando que llevaba la escarapela debajo del abrigo, lo cierto es que ninguna de las imágenes oficiales ni capturas periodísticas tomadas durante la ceremonia lograron confirmar su presencia.
En contraste, la vicepresidenta Victoria Villarruel sí asistió con un prendedor celeste y blanco, al igual que varios funcionarios presentes. Este episodio, que para algunos podría parecer menor, se suma a una serie de decisiones y gestos simbólicos del presidente que han sido cuestionados por sectores políticos y sociales. Entre ellos, se encuentra la polémica por la presencia de una fotografía de Margaret Thatcher, figura asociada al conflicto bélico de Malvinas, en el despacho presidencial, junto a otra del expresidente estadounidense Ronald Reagan. La imagen fue publicada en exclusiva por una revista semanas atrás.
Además, Milei ha sido criticado por su falta de pronunciamiento contundente sobre la soberanía argentina en las Islas Malvinas durante los actos oficiales del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra, realizados bajo su gestión. Este silencio le valió recientemente ser declarado «persona no grata» por el Concejo Deliberante de Bariloche.
Otro episodio que generó controversia ocurrió en el Día del Trabajador, cuando el presidente omitió saludar a los trabajadores y, en cambio, intervino la bandera argentina con la de Israel para saludar a ese país por su aniversario, destacando que, al igual que Argentina, representa un «faro de libertad y democracia».
La controversia en torno a la escarapela vuelve a poner el foco en los símbolos patrios y en las formas de representar institucionalmente la identidad nacional, en un contexto político marcado por gestos que dividen opiniones.
En el Tedeum del 25 de mayo, Milei no saludó a Jorge Macri ni a Villarruel