El fiscal Luis Pizarro pidió elevar ayer a juicio el caso por el asesinato de Nora Dalmasso, ocurrido el 26 de noviembre de 2006 en Río Cuarto. El único imputado es el viudo de la mujer, Marcelo Macarrón, quien está acusado como supuesto autor del delito de homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria.
A casi 13 años del asesinato, Pizarro dejó en claro que el viudo de Dalmasso sería responsable de un “crimen por encargo”. Cabe recordar que de acuerdo a los médicos forenses, la mujer de 51 años murió asfixiada por estrangulamiento.
A lo largo de la causa, que fue instruida por varios fiscales, se manejaron distintas hipótesis que fueron desde un crimen durante un juego sexual, un abuso sexual seguido de muerte, femicidio y asesinato por encargo. Si bien en el expediente se comprobó que al momento del crimen, Macarrón estaba en un torneo de golf en Uruguay, en marzo de 2017 el fiscal de ese entonces, Daniel Miralles, resolvió imputarlo teniendo en cuenta su presencia genética en la escena del crimen. Por su parte, Pizarro sospecha que el viudo planificó el asesinato y que el abogado y amigo, Daniel Lacase, se encargó de los detalles. En tanto, el letrado patrocinante de Macarrón, Marcelo Brito, aseguró que apelará la decisión.
Por el caso pasaron 5 fiscales y 12 sospechosos, entre ellos el denominado “perejil”, el albañil Gastón Zárate, quien fue el primer encarcelado y luego liberado por falta de pruebas. La causa también tuvo como imputado a su hijo, Facundo Macarrón, a quien el fiscal Javier Di Santo, el primero del caso, acusó de estrangular a su madre con odio porque no aceptaba su condición sexual.
Incluso, algunas hipótesis vinculan el crimen a una supuesta condición de testaferro de Macarrón de un “político poderoso” de la zona. En noviembre del año pasado, fue el mismo Pizarro quien llamó a declarar a Macarrón y le comunicó el cambio de carátula: de “homicidio calificado por el vínculo” pasó a acusárselo de “homicidio agravado por precio o promesa remunerativa”, es decir, un crimen por encargo.