Brenda Barattini recibió la pena de 13 años de prisión luego que tanto el jurado popular como el tribunal técnico de la Cámara 2ª del Crimen la encontrar culpable de querer asesinar a su amante, quien hirió gravemente en los genitales con una tijera de podar.
La sentencia, que se conoció en las últimas horas en medio de una gran expectativa, coincidió con lo solicitado el lunes por parte de la fiscal de Cámara, Laura Battistelli, quien en su alegato ratificó la acusación por “tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por alevosía”. Tras la decisión del jurado popular, que deliberó cerca de dos horas, el monto de la pena fue impuesto por el tribunal técnico integrado por Ítalo Vitozzi, Mónica Traballini y Mario Centeno. Antes de conocerse el veredicto, la acusada dijo, en sus últimas palabras, reconoció estar arrepentida. “Estoy muy arrepentida de lo que hice, nunca quise matar a nadie. Me jodí la vida, quiero seguir con mi vida normal”.
El fallo resolvió también hacer lugar parcialmente a la acción civil, por lo que la acusada deberá pagar en los diez días después de que quede firme la sentencia la suma de 493.665 en concepto de daño emergente, lucro cesante pasado y daño moral. Paralelamente, los abogados de la arquitecta de 28 años, anticiparon que apelarán la sentencia. “No compartimos el fallo. Esperamos una condena mucho menor. Fue una sorpresa. Es inédito: en la historia jurídica argentina no hay una condena por un homicidio en grado de tentativa por una lesión en el pene”, dijo Lucas de Olmos, quien había pedido una pena de entre 3 y 10 años por lesiones graves. A su turno, Battistelli señaló que “el jurado captó la intención que tuvo de quitarle la vida. En este caso cumplieron con el derecho. Si era el pie la mano o lo que sea que fue amputado quizás no habría tenido la misma expansión pública, pero a la víctima le afectaba igual”.
Ante el jurado popular, y durante una de las audiencias del debate, Barattini había admitido que ella planificó lastimar a su amante y dijo que lo hizo porque él la trataba “como un trofeo”, aunque aseguró que no quiso matarlo. También fue determinante el testimonio del novio de la arquitecta, quien reveló que aquel día, al llegar al departamento y encontrarse con la sangrienta escena en el hall de entrada, Barattini le dijo “matalo a ese hijo de puta” y le facilitó un bisturí para que se lo clavara y lo ultimara.