Ubicada en pleno barrio Güemes, la Casa de Pepino (Fructuoso Rivera 287) celebra sus 20 años como Centro Cultural, un espacio que ofrece una propuesta única en la ciudad al combinar historia, patrimonio y arte. La casona, construida en 1914, no solo es un emblema de la arquitectura de la zona sur de Córdoba, sino también un testimonio de los antiguos barrios-pueblo de la ciudad, como El Abrojal y Pueblo Nuevo.
Originalmente, la Casa de Pepino fue propiedad de José Tuci, un inmigrante italiano que, a finales del siglo XIX, abrió un almacén de ramos generales en la esquina de Belgrano y Fructuoso Rivera. Este lugar se ganó el apodo de “Casa de Pepino” por su dueño, quien rápidamente se convirtió en una figura central de la comunidad. A lo largo de los años, el almacén no solo fue un punto de venta de productos básicos, sino también un espacio de encuentro para los vecinos, quienes socializaban mientras disfrutaban de alguna bebida en su amplia sala principal.
La particular arquitectura de la casa, con una forma que evoca un barco, refleja la ubicación sobre el antiguo cauce de la cañada que atravesaba el barrio, generando un ambiente único en su estructura. La construcción, realizada por José Bettolli, se convirtió en un símbolo del proceso de expansión urbana hacia el sur de la ciudad.
Hoy en día, la Casa de Pepino se ha transformado en un importante centro cultural que alberga una variedad de actividades artísticas, como exposiciones de arte visual, teatro, música y talleres recreativos. Los visitantes pueden recorrer las distintas salas que exhiben objetos históricos que rememoran la vida cotidiana de la familia Tuci y de la época en la que el inmueble fue habitado. En la planta baja, se encuentran elementos que muestran cómo se conservaban los alimentos en aquellos tiempos, y un sistema de polea utilizado para subir y bajar mercadería. Además, el sótano de la casa, utilizado como una especie de heladera natural gracias a su temperatura, ofrece una visión del ingenio y la funcionalidad de la época.
El aniversario de la Casa de Pepino se celebra durante todo el año con diversas actividades gratuitas, abiertas tanto a vecinos como a turistas, quienes pueden disfrutar de un viaje en el tiempo para conocer la Córdoba de principios de siglo XX y reflexionar sobre la transformación de sus barrios.
Este centro cultural sigue siendo una parada obligatoria para todos aquellos que deseen explorar no solo el patrimonio histórico de la ciudad, sino también las expresiones artísticas que enriquecen su oferta cultural.
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