Por lo general, los perros que viven en ciudades son más propensos a padecer problemas de comportamiento. El ruido que se genera en esos ambientes y el miedo, les provoca ansiedad.
El investigador de la Universidad de Helsinki Hannes Lohi y sus colegas emplearon una encuesta a los propietarios de 13.700 perros finlandeses para examinar siete rasgos similares a la ansiedad y comportamientos problemáticos. Los expertos detectaron que el 72,5% mostró alteraciones en su conducta, incluida la agresividad y el miedo. Los resultados se publicaron en Scientific Reports.
La sensibilidad al ruido fue la ansiedad más común. El 32% de los perros tenían miedo de al menos un ruido y el 26% tenían miedo a los fuegos artificiales, específicamente. El miedo fue la segunda ansiedad más común, que se encuentra en el 29% de los perros. Esto incluía miedo a otros perros (17%), miedo a extraños (15%) y miedo a nuevas situaciones (11%).
Otro dato que se descubrió es que a medida que el perro tiene más años, crece la sensibilidad al ruido y el miedo a los truenos, al igual que el miedo a las alturas y las superficies, como caminar sobre rejillas metálicas o suelos brillantes.
En cuanto a los perros más jóvenes, se dañaban o orinaban con mayor frecuencia en los artículos cuando se los dejaba solos, y también se mostraban más desatentos, hiperactivos o impulsivos y perseguían sus colas más que los perros mayores. Los perros machos eran con mayor frecuencia agresivos e hiperactivos/impulsivos que las hembras, que a menudo tenían miedo.
Por otro lado, los autores hallaron diferencias entre razas. Lagotto Romano, Wheaten Terrier y las razas mixtas fueron las más sensibles al ruido, mientras que los perros de agua españoles, los perros Shetland y las razas mixtas fueron los más temerosos. El 10,6% de los Schnauzers en miniatura fueron agresivos con los extraños, en comparación con el 0,4% de los Golden Retrievers.
Los resultados sugieren que las ansiedades caninas y los problemas de comportamiento pueden ser comunes en todas las razas.