MADRID.- El proceso de exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos amenaza con transformarse en un problema político inesperado para el presidente Pedro Sánchez que podría derivar en la ruptura del concordato vigente desde 1955 entre el Estado español y la iglesia, mediante el cual los espacios religiosos gozan de “inviolabilidad”. Santiago Cantera, prior administrativo de la Abadía de Santa Cruz del Valle de los Caídos, lugar donde se encuentra enterrado Franco desde 1975, señaló que no permitirá que los oficiales del Estado ingresen al lugar hasta tanto el Tribunal Supremo resuelva la situación.
Cantera argumentó la negativa ante la falta de consenso de la familia Franco, representada por siete nietos, y por la ausencia de un dictamen judicial, que podría tardar entre dos y tres meses. En un comunicado, el gobierno explicó que “la posición obstruccionista de Cantera, no impedirá que el proceso siga su curso, pero evidentemente hará que la opinión pública pueda llegar a considerar que la iglesia española avala en su conjunto la negativa de este antiguo candidato falangista y, con ella, la negativa de la propia familia Franco”.
En diciembre, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, pidió autorización para ingresar al templo y “dar cumplimiento al acuerdo que, en su caso, se adopte” conforme a lo dispuesto en la ley de memoria histórica “por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura”. Sin embargo, Cantera señaló que no se permitirá el acceso al lugar, ubicado en el Valle de Cuelgamuros, sin el permiso de la familia Franco, que en reiteradas oportunidades se negó a la exhumación del cuerpo. Ante esta situación, desde el gobierno se iniciaron gestiones para que el Vaticano, superior administrativo de la orden benedictina, medie en la disputa. Sin embargo, el vocero interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, señaló que la intención de la iglesia es “mantenerse al margen de la cuestión”.
“Sobre la traslación de los restos de Franco no tengo nada que agregar con respecto a lo ya afirmado por la Santa Sede, o sea que el asunto concierne a su familia, al Gobierno español y a la iglesia local”, explicó Gisotti. Los restos de Franco, quien gobernó a sangre y fuego a España entre 1938 y 1973, se encuentran en el Valle de los Caídos, construido entre 1940 y 1958 con mano de obra de presos republicanos, junto a los del fundador del Falangismo, José Antonio Primo de Rivera. Además, en los cimientos de la estructura fueron enterrados más de 33.000 víctimas de la guerra civil sin distinción de bandos, ya que era la intención de Franco que formaran entre sí “un cuerpo indisoluble”.