Advierten que la disminución de las poblaciones de polinizadores tiene un impacto negativo en la producción agrícola. A nivel mundial, el 70% de los cultivos de alimentos dependen de los polinizadores animales (abejas, avispas, moscas, mariposas, polillas, cascarudos, mariquitas, colibríes y hasta murciélagos, que transportan el polen hasta los órganos femeninos de las flores y posibilitan la fecundación de sus óvulos).
En Argentina, el 64% del área cultivada requiere su participación para garantizar o aumentar la producción de frutos y semillas. Los datos surgen de un informe que investigadores argentinos confeccionaron en 2018, para la Secretaría de Ambiente de la Nación.
Sobre la relevancia de los polinizadores para la producción agrícola, el informe indica que el 74% de los cultivos en Argentina depende directa o indirectamente de ellos. Con todo, las amenazas que ponen en riesgo a las poblaciones y especies de polinizadores están ampliamente documentadas.
De ellas, el informe destaca a la deforestación, la agricultura de monocultivo, el uso de agroquímicos, la fragmentación de hábitats y la ganadería intensiva como las más peligrosas. El estudio “Situación de los polinizadores en la Argentina. Propuestas para su conservación” fue elaborado por Leonardo Galetto, Lucas Garibaldi, Marcelo Aizen y Natalia Chacoff.
Galetto es, además, profesor de la Facultad de Ciencia Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, e investigador del Conicet. Días atrás, la revista Nature Sustainability publicó un trabajo donde propone un abordaje biocultural para la conservación de los polinizadores, del que participó Galetto.
El estudio contempló conocimientos aborígenes y de las ciencias sociales. Algunas de las técnicas que se tuvieron en cuenta son el reconocimiento de la ocupación ancestral y el uso de la tierra, la promoción de la producción conjunta de conocimiento con las comunidades autóctonas, el reconocimiento de la importancia de la herencia cultural relativa a modos alternativos de producción, la promoción de la soberanía alimentaria y la integración de la apicultura para proteger a los polinizadores.