Con la clase política británica desangrándose ante la inminencia de una salida abrupta de la Unión Europea (UE), el bloque continental le dio en las últimas horas un fuerte golpe al Reino Unido al definir explícitamente a Gibraltar como una “colonia de la Corona británica”, un histórico cambio de posición motivado por la salida de reino.
El gobierno español acogió con satisfacción la noticia, al celebrar que “por primera vez” la Eurocámara y los países del bloque asumen que Gibraltar es una “colonia”, algo que supone “un gran paso adelante para la posición y las reivindicaciones formuladas por España”.
“Esto es un cambio importante en la posición de la UE”, explicó la investigadora Camino Mortera, del británico Centre for European Reform (CER), quien relacionó la decisión directamente al Brexit: los 27 socios de la UE “obviamente se tienen que poner del lado de los miembros del club y no del lado del saliente, algo que estamos viendo no solamente con Gibraltar, sino sobre todo con Irlanda”, agregó.
La definición fue de hecho aprobada dentro de una serie de medidas del bloque ante el Brexit duro. Establece que el peñón, considerado por la ONU como “territorio no autónomo pendiente de descolonización”, es considerado por la UE como una “colonia”, definición que la corona británica resistió históricamente porque habilita un posterior reclamo territorial de España, que cedió ese territorio de 32.000 habitantes en 1713.
Mientras tanto, en el Reino Unido May intenta contrarreloj llegar a un acuerdo con la oposición laborista para conseguir la aprobación del Acuerdo de Retirada antes del 12 de abril: ayer, unos 35 diputados euroescépticos le reclamaron al líder del partido opositor, Jeremy Corbyn, “un esfuerzo extra para alcanzar un acuerdo” con el Gobierno.