MADRID.- Lejos de menguar, la tensión se disparó ayer en Cataluña tras el fallo del Tribunal Supremo de España que condenó a nueve líderes independentistas por impulsar el referéndum separatista de 2017 (ver HDC de la víspera): los manifestantes se multiplicaron en las calles de Barcelona y distintas ciudades de la región, donde se volvieron a enfrentar con la policía por segundo día consecutivo. Anoche seguían de hecho los incidentes.
Los principales choques se produjeron alrededor de la Delegación del Gobierno español en Barcelona, donde los manifestantes se dirigieron para repudiar las duras condenas contra sus líderes políticos, con penas de hasta 13 años de prisión (para el ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras). Los manifestantes llegaron al lugar siguiendo las consignas de los denominados “Comités de Defensa de la República” catalana, uno de los grupos independentistas más radicales de Cataluña.
Pero los esperaba un fuerte dispositivo policial, que se enfrentó a los 40.000 manifestantes -según números de la Guardia Urbana-, que intentaron acceder al edificio y respondieron lanzando objetos, armando barricadas e incluso prendiendo fuego a contenedores. El último balance hablaba de tres detenidos y nueve heridos, aunque los enfrentamientos seguían durante la noche. Similar situación se vivió en diferentes ciudades catalanas, donde miles de personas se sumaron a las concentraciones convocadas frente a las delegaciones del Gobierno español, repitiendo los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, especialmente en Girona. A las protestas, se sumaron cortes de calles, autopistas, y vías férreas, que si bien eran despejadas por los “Mossos” y la Policía Nacional, continuaban en varias provincias catalanas.
La condena precipitó así el resurgimiento del independentismo catalán, a pocas semanas de las elecciones legislativas de España, lo que pone al presidente socialista, Pedro Sánchez, contra las cuerdas ante una derecha que intentará capitalizar su discurso duro contra los separatistas. El propio Govern catalán respaldó las protestas, mientas que el presidente del Parlamento regional, Roger Torrent, consideró que las condenas abren “un nuevo ciclo político” que forzarán al gobierno español a negociar un referéndum para esta región nororiental.
Investigan a “Tsunami Democrático”
MADRID.- El gobierno central de Pedro Sánchez anunció ayer que investigará a la organización “Tsunami Democrático”, que el lunes llamó a paralizar el aeropuerto de Barcelona en protesta contra la sentencia. Intentando imitar a los manifestantes prodemocracia de Hong Kong, unas 10.000 personas acudieron el lunes al aeropuerto El Prat para bloquear hasta bien entrada la noche los accesos a la terminal, disparando los incidentes con las fuerzas de seguridad. “Por supuesto que hay investigaciones, tenemos unos servicios de inteligencia eficaces y terminaremos sabiendo quién está detrás de estos movimientos del Tsunami Democràtic”, anunció el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.