El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganó las elecciones generales a las que convocó ayer pero dejó a su líder, el presidente Pedro Sánchez, con serias dificultades para gobernar en solitario. Pese a ser la principal fuerza política, el socialismo obtuvo 28% de los votos y 120 escaños, lo cual implica una pérdida de tres lugares en el Parlamento respecto de los que obtuvo en abril pasado. En segundo lugar se ubicó el Partido Popular (PP) con el 21% de los votos y 88 escaños conseguidos (antes tenía 66).
El PP y el partido ultraderechista VOX, que consiguió 15% de los sufragios y 52 bancas en el Parlamento (antes 24), fueron los dos grandes ganadores de las elecciones ya que aumentaron considerablemente su presencia en el Parlamento. En tanto, Unidas Podemos, el principal espacio político aliado del socialismo, consiguió 13% de los votos y 35 escaños (antes 42). Tanto el PSOE como Unidas Podemos perdieron fuerza parlamentaria.
Otro dato significativo fue el hundimiento de Ciudadanos, que pasó de 57 a 10 escaños. Desde la oposición, los resultados fueron considerados como una derrota del oficialismo. “Sánchez ha perdido su referéndum, es el gran derrotado del día de hoy”, clamó el titular del PP, Pablo Casado. Por su parte, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, pidió la unión de las fuerzas progresistas.
“Es una necesidad histórica un Gobierno progresista que pare a la extrema derecha”, aseguró respecto de los buenos resultados obtenidos por el PP y VOX. La participación fue del 67,9%, casi cuatro puntos porcentuales menos que hace siete meses, cuando se situó en el 71,8%.
La mayoría de los análisis coinciden en que la baja participación favoreció al bloque de los partidos conservadores. Cabe recordar que las celebradas ayer son las cuartas elecciones generales que atraviesan los españoles en los últimos cuatro años, después de las de noviembre de 2015, junio de 2016 (cuando también se procedió a una repetición electoral) y abril de 2019.
En los últimos comicios, los grupos parlamentarios fueron incapaces de llegar a un acuerdo, y Sánchez, el único candidato factible entonces, no consiguió los respaldos necesarios para alcanzar los 176 escaños imprescindibles para gobernar. Por este motivo, el país se consagró a una nueva cita con las urnas.