MADRID.- A medida que la curva de contagios del coronavirus comienza a decaer en Italia, España empieza a convertirse en el foco de la pandemia en el viejo continente: ayer registró un nuevo aumento diario de muertos con 757 nuevos decesos en 24 horas, cerrando un total de 14.555 víctimas fatales, mientras que los enfermos ascendieron a 146.690 personas de manera oficial.
De todas formas, como en muchos otros países, nadie sabe a ciencia cierta la cantidad real de víctimas del Covid-19 en España, ya que el Gobierno no contabiliza los casos de aquellos infectados que mueren sin haber sido diagnosticados del virus aunque tuvieran sus síntomas. El caso más ilustrativo ocurre en las residencias de ancianos, donde la pandemia hizo estragos: como ejemplo, el Ministerio de la Sanidad informó ayer que desde el 8 de marzo hubo 4.750 fallecimientos de adultos mayores en las residencias madrileñas, de los cuáles sólo 781 fueron diagnosticados con Covid-19 aunque otros 3.479 tenían los síntomas de la enfermedad pero no se hicieron los test. La segunda comunidad con más muertes en geriátricos es Castilla y León, con 1.173 fallecidos (de los cuales 456 fueron diagnosticados) y la tercera es Cataluña con 1.123 fallecidos desde el 15 de marzo, según datos de las autoridades, que cifran en 909 los diagnosticados.
Otro dato ilustrativo son las cifras de entierros, que en algunas regiones superan de manera desproporcionada a la mortalidad media de España, aun incluyendo en el cálculo los casos confirmados de Covid-19. Para aplacar la polémica, el Ministerio de Justicia solicitó el miércoles a todos los registros civiles del país que envíen sus listas diarias de certificados de defunciones y de licencias de entierros concedidas: ayer el sistema ya estaba colapsado. La certeza general entonces es que el panorama es mucho mayor al que reflejan las estadísticas oficiales.
Aun así, el gobierno español insiste en que la pandemia comienza a ralentizase: «Todavía estamos en fase de combate de la pandemia, la curva (de contagios) está bajando, pero hay que bajarla aún más», aseguró el ministro de Sanidad, Salvador Illia, quien anticipó que el presidente Pedro Sánchez irá hoy a la Cámara de Diputados para pedir «la prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril» y, por lo tanto, «no se levantará ningún confinamiento».
Italia, a su vez, volvió a tener un descenso de las muertes diarias con 542 decesos en un día, 62 menos que el martes, para un total de 17.669 víctimas fatales desde el comienzo de la crisis. Pero mientras algunos países como Dinamarca, Noruega o Portugal empiezan a pensar en levantar la cuarentena, el coronavirus se dispara en otros territorios del viejo continente: el Reino Unido volvió a registrar ayer un récord de muertes por segundo día consecutivo con 938 decesos (para un total de 7.097 víctimas), con el premier Boris Johnson recuperándose de la enfermedad en terapia intensiva, mientras Francia ya alcanzó los 11.000 muertos sin contar la gente que fallece en los geriátricos. La salida sigue estando muy lejos en el horizonte.