La reforma tributaria impulsada por el presidente Iván Duque terminó incendiando a Colombia, que vive sus horas más aciagas ante las protestas callejeras que desató el proyecto, ya retirado del Congreso, que hasta el día de ayer había dejado al menos 19 muertos, 89 desaparecidos, 800 heridos, la militarización del país y al gobierno conservador en una crisis sin precedentes, repudiado internacionalmente por la represión de las manifestaciones.
Sin ministro de Hacienda por la renuncia de Alberto Carrasquilla, impulsor original de la iniciativa, el presidente Duque sacó a los militares a las calles de las principales ciudades del país para controlar la ola de protestas y disturbios que ya extendieron los reclamos a una larga lista de pedidos, que van desde su política de seguridad (con pedidos de garantías constitucionales a la movilización y la protesta, desmilitarización de las ciudades, cese de las masacres”); a económicas (una renta básica de por lo menos un salario mínimo legal mensual” y defensa de la producción nacional” o subsidios a las pymes”); sociales (una política que defienda la soberanía y seguridad alimentaria” y la no discriminación de género, diversidad sexual y étnica”); y ambientales (detener erradicaciones forzadas de cultivos de uso ilícito y aspersiones aéreas con glifosato”).
El retiro de la reforma tributaria no desactiva la movilización”, anunció el Comité Nacional de Paro (CNP) que nuclea las organizaciones en protesta tras seis días continuos en huelga, a la vez que convocó a toda la ciudadanía para mantener e incrementar las acciones de paro nacional, y a realizar el próximo 5 de mayo una gran movilización democrática, pacífica y civilizada” para exigir los reclamos reseñados.
Sin embargo, en un país conmovido por más de medio siglo de conflicto armado, la respuesta de Duque vino con una alta violencia militar, acusando a los manifestantes de constituir organizaciones criminales” que buscan generar disturbios. Si bien la Defensoría del Pueblo (Ombudsman) aseguró que la represión oficial dejó al menos 19 muertos, la organización de derechos humanos Temblores ONG denunció que las víctimas fatales ascienden a 31 ciudadanos e incluso llamó a declinar las protestas. En Colombia no hay garantía para la vida, ni para la integridad, ni para el ejercicio libre de la protesta”, sentenció la ONG.
Duras condenas de la ONU y la UE
La ONU, la Unión Europea (UE) y organizaciones de derechos humanos denunciaron ayer el uso desproporcionado” de la fuerza por parte de la policía de Colombia para controlar las protestas contra el gobierno de Iván Duque.
Estamos profundamente alarmados por los acontecimientos ocurridos en Cali la pasada noche, cuando la policía abrió fuego contra los manifestantes que protestaban, matando e hiriendo a varias personas”, declaró Marta Hurtado, vocera del Alto Comisionado de la ONU para los DDHH, y lanzó un llamado a las autoridades a la calma antes de la nueva jornada de protestas llamada para hoy. A su vez, la UE advirtió que está siguiendo de cerca la situación” y condenó los actos de violencia que afectan el legítimo derecho a la protesta”.