La decisión de los países ricos de aplicar una tercera dosis de refuerzo de las vacunas contra el coronavirus desató una nueva polémica global respecto a la injusta distribución del inmunizante, que dejó nuevamente en evidencia la escaza influencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la gestión de la crisis sanitaria que azota al mundo.
Prácticamente resignada a aceptar la prepotencia de las potencias, la OMS salió a alertar ayer que el anuncio de los países del primer mundo de aplicar una tercera dosis, mientras millones de personas en África permanecen sin vacunar, amenaza la promesa de un mañana más brillante” para el mundo. Justo cuando nuestros esfuerzos parecen estar despegando, África se enfrenta a vientos en contra. Los movimientos de algunos países a nivel global para introducir dosis de refuerzo se burlan del principio de equidad de las vacunas”, lamentó la directora regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti.
La situación en África sigue muy frágil”, ya que la variante Delta es ahora dominante en la mayoría de los 54 países del continente, dijo Moeti, quien recordó que menos del 2% de la población del continente de 1.300 millones de personas está completamente vacunada. Sin embargo, la funcionaria de la OMS se mostró confiada en que la meta de vacunar al menos al 30% de la población africana para fines de este año está aún al alcance”, por lo que pidió a los países más ricos que tienen suministros incluso superiores a su población, que aumenten sus donaciones a los condados africanos desfavorecidos”.
Sus declaraciones se producen un día después de que Estados Unidos anunciara que ofrecerá una tercera dosis anticovid a toda su población desde septiembre próximo bajo el argumento de que su protección disminuye con el tiempo” y ante el avance de la cepa Delta, más contagiosa de todas las conocidas. Además, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se encuentra analizando la posibilidad de brindar una tercera dosis a su población, algo que definirá antes del próximo 23 agosto.
La eficacia de las vacunas ante la cepa Delta
La vacuna de los laboratorios Pfizer/BioNtech es más eficaz para luchar contra los casos vinculados a la variante Delta del coronavirus que la desarrollada por Oxford/AstraZeneca, pero su eficacia desaparece más rápidamente, según concluyó un estudio británico, cuya investigación estuvo liderada por expertos de la Universidad de Oxford.
Los investigadores estudiaron entre diciembre de 2020 y agosto de 2021 muestras de unas 700.000 personas: así, la investigación detectó que, en infecciones con alta carga viral, la protección de la vacuna de Pfizer un mes después de la segunda inyección es un 90% mayor que la presente en individuos no vacunados, pero cae al 85% y al 78% después de dos y tres meses, respectivamente. Mientras, en el caso de AstraZeneca, la protección que ofrece fue del 67%, 65% y 61%, respectivamente.