Con mensajes contradictorios entre Naciones Unidas y la ciudad de Nueva York en torno a la pandemia del coronavirus, la sede del principal organismo multilateral se prepara para recibir hoy a un centenar de dirigentes en su 76 Asamblea General anual, que por primera vez desde 2019 se realizará con mayoría de asistencias presenciales.
El secretario general del organismo, Antonio Guterres, marcó ayer el terreno de la cumbre al señalar que esta nueva reunión -que tendrá la vista puesta en Afganistán y la desigual distribución de vacunas, entre otros temas- lanzará un grito de alarma” por la situación muy peligrosa” en la que está el mundo. Es necesario restablecer la confianza. La división geoestratégica actualmente en el mundo es un obstáculo”, dijo Guterres, quien añadió que el planeta está verdaderamente en una situación muy peligrosa” y se necesita un grito de alarma para los responsables políticos”.
Tenemos que evitar a toda costa una Guerra Fría que sería diferente de la anterior, pero probablemente más peligrosa y difícil de manejar”, alertó Guterres, que enfatizó la necesidad de reparar la relación entre China y Estados Unidos. Tenemos que reestablecer una relación funcional entre las dos potencias, algo que será esencial para abordar los problemas de vacunación, los problemas de cambio climático y muchos otros desafíos globales que no pueden resolverse sin relaciones constructivas dentro de la comunidad internacional y entre las superpotencias”, sentenció.
Por lo pronto, la 76 Asamblea general del organismo se desarrollará con una agenda marcada por la pandemia, el cambio climático y la situación en Afganistán. La vacunación será un elemento central de los debates, con la ONU y muchos países insistiendo en la necesidad de un plan global que garantice que las dosis llegan a todo el mundo, debido a que la desigualdad en su acceso garantiza la extensión de la pandemia, mientras los países ricos debaten si inocular dosis de refuerzo mientras los pobres empiezan apenas a inmunizar a su población.
Con la pandemia también como fantasma debido a los temores de que el encuentro funcione como un evento superpropagador de expansión del virus dado el gran número de diplomáticos de todo el mundo que participarán de las reuniones, el encuentro contará con la presencia del estadounidense Joe Biden, el brasileño Jair Bolsonaro, el turco Recep Tayyip Erdogan, el alemán Frank-Walter Steinmeier, el británico Boris Johnson, el israelí Naftali Bennett, el español Pedro Sánchez y el venezolano Nicolás Maduro, entre otros.
Sin embargo, estarán ausentes el francés Emmanuel Macron y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, mientras que Rusia y China estarán representados por un miembro gubernamental, lo que es un mensaje para Washington de que la llegada al poder de Biden tiene escaso impacto en sus posiciones”, según advirtió Richard Gowan, del centro de reflexión International Crisis Group.
Sin vacunarse, Bolsonaro desafía a Nueva York
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, debió comer en la vereda de una pizzería en Nueva York, adonde se encuentra para abrir hoy la Asamblea General de la ONU, debido a que no tiene certificado de vacunación contra el Covid-19.
El mandatario brasileño fue a cenar con ministros a una pizzería de Nueva York pero debió comer en la vereda, de pie, debido a que las reglas de la ciudad obligan a presentar certificado de vacunación para ir a los restaurantes.
El secretario de la ONU, Antonio Guterres, autorizó el viaje de Bolsonaro a la Asamblea luego de que el Ayuntamiento de Nueva York advirtiera al organismo que todas las personas” que entrarán al recinto deberán estar vacunadas ya que así lo dictan las reglas de la ciudad.
Todavía no me vacuné”, dijo entre risas Bolsonaro en una reunión con el premier del Reino Unido, Boris Johnson. El alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, salió a cuestionarlo: Debemos enviar un mensaje a todos los líderes del mundo, incluido y muy particularmente a Bolsonaro, que el que quiera venir tiene que estar vacunado”, enfatizó ante la prensa.