El Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) ha vuelto a convertirse en un protagonista central de la vida política brasileña a causa del portentoso aumento de la pobreza. Ayer, realizó una marcha contra el hambre en medio de un nuevo escándalo desatado por la difusión de fotos de gente hurgando entre huesos descartados por los supermercados en Río de Janeiro (ver foto) y un pedido del Tribunal Supremo al presidente Jair Bolsonaro para que informe sobre sus políticas contra el hambre”.
La protesta se realizó en Brasilia frente a la residencia del senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del presidente, y según informó la organización en sus redes sociales buscaba denunciar el hambre y los precios altos” que hay en Brasil. Mientras el pueblo está haciendo cola para obtener huesos destinados a la basura, la familia Bolsonaro exhibe lujo con dinero dudoso”, denunció el movimiento -uno de los principales de la izquierda brasileña- en su comunicado.
Los manifestantes hicieron referencias al elevado costo de la casa del senador (6.000.000 de reales, más de 1.100.000 de dólares) y al origen dudoso del dinero con el que fue adquirida, ya que el hijo del jefe de Estado está siendo investigado por desvío de fondos públicos. Los integrantes del MTST portaron banderas de Brasil con la palabra Hambre” y recordaron que más de 19.000.000 de brasileños están en situación de inseguridad alimentaria grave. La protesta sigue la estela de la manifestación realizada el pasado 23 de septiembre, cuando decenas de activistas del MTST ocuparon el edificio de la Bolsa en São Paulo para protestar contra el hambre, el desempleo y la inflación.
Pero además, se produce un día después de que el diario Extra, de Rio de Janeiro, publicara impactantes fotos y videos de personas hurgando entre montones de carne en mal estado y huesos descartadas por los supermercados, cuyo destino era la basura, en busca de alimento. Organizaciones No Gubernamentales de Río de Janeiro advirtieron además que sus comedores no dan abasto para paliar el hambre popular.
Tras la difusión de las imágenes, el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Antonio Dias Toffoli ordenó al Gobierno de Bolsonaro que informar sobre sus políticas en el área, con un plazo de diez días para responder. Según una reciente encuesta del instituto Datafolha, el 85% de los brasileños redujo el consumo de algún alimento este año y un 67% disminuyó el de las carnes rojas. Además, un 46% bajó la ingesta de lácteos, y alrededor del 35% la de arroz y frijoles, centrales en la cocina nacional.