China aseguró ayer que desde enero de 2022 globos estadounidenses de gran altura sobrevolaron su espacio aéreo “más de 10 veces” sin la aprobación de las autoridades, y calificó como un “uso indiscriminado de la fuerza” el derribo de estos objetos durante las últimas semanas por parte de Estados Unidos, que negó la acusación.
“Durante mucho tiempo, Estados Unidos ha abusado de sus ventajas tecnológicas para realizar operaciones clandestinas indiscriminadas a gran escala y robo de secretos en todo el mundo, incluidos sus aliados, violando la soberanía y los intereses de otros países y regiones, y violando el derecho internacional”, dijo el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, en rueda de prensa.
Wang denunció que Washington también ha enviado “con frecuencia aviones y buques de guerra para realizar reconocimientos de cerca en China”, y precisó que la seguridad china registró 657 vuelos en 2022 y 64 vuelos en el Mar de China Meridional solo en enero de este año, “lo que pone en grave peligro la seguridad nacional de China y socava la estabilidad regional”.
Poco después de las declaraciones del vocero, la Casa Blanca negó las acusaciones de Pekín a través de la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, quien escribió en su cuenta de Twitter que “cualquier afirmación de que el gobierno de Estados Unidos opera globos de vigilancia sobre la República Popular China es falsa”.
Además, agregó que “es China la que tiene un programa de globos de vigilancia a gran altitud para la recopilación de inteligencia, que ha utilizado para violar la soberanía de Estados Unidos y de más de 40 países en los cinco continentes”.
A principios de este mes, el Ejército estadounidense derribó un globo chino que, según el Pentágono, era un artefacto espía diseñado para recopilar información sensible. China aseguró luego que se trató de un globo de exclusivo uso civil, pero el hecho tensó la ya complicada relación bilateral y el suceso llevó al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a posponer una visita a Pekín que tenía por objeto reducir las tensiones.