La pretensión reeleccionista que el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, esbozó en diciembre último, sufrió un duro golpe en el referendo de ayer, en el que no triunfó en ninguna de las ocho preguntas, pero también en las elecciones de prefectos y alcaldes, en las que Revolución Ciudadana, referenciada en el ex mandatario Rafael Correa, se anotó triunfos de peso.
Escrutadas cerca del 70% de las urnas del referendo al cierre de esta edición, en las ocho preguntas el “no” aventajaba con cierta comodidad al “sí” que impulsó el Ejecutivo de Lasso, lo que supone un rechazo de hecho a su gestión, a la que le quedan todavía más de dos años. Con el referendo, Lasso buscaba impulsar cambios en la legislación en materia de seguridad, partidos políticos, representación política partidaria, autoridades de control de la administración y cuidado ambiental.
Con los resultados hasta anoche, Ecuador no podrá extraditar a acusados de delitos relacionados con el crimen organizado transnacional, y tampoco conformar un consejo que controle la conducta de los fiscales ni reducir el número de integrantes de la Asamblea Nacional (AN, parlamento).
También ganaba el “no” en las preguntas para cambiar los requisitos de funcionamiento de los partidos, para dejar sin funciones al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) y modificar su designación, para crear un sistema de áreas de protección hídrica en busca de salvaguardar las fuentes de agua y acuíferos y para conformar un sistema de compensación por servicios ambientales.
Por otra parte, Revolución Ciudadana ganó las prefecturas (gobernaciones) de Azuay, Guayas, Imbabura, Manabí (un bastión de la fuerza), Pichincha (que incluye a Quito), Santo Domingo de las Tsáchilas y Sucumbíos. Desde Bruselas, donde vive desde que dejó la presidencia, Correa le reclamó a Lasso que “llame a muerte cruzada” y “váyase con algo de decencia”.