Violentos combates urbanos y bombardeos sacudían hoy ciudades de toda la Franja de Gaza, al comienzo del tercer mes de hostilidades sin precedentes entre el Ejército israelí y Hamas desatadas tras los ataques perpetrados en territorio israelí el 7 de octubre pasado por el grupo islamista palestino.
En el extremo sur de Gaza, la aviación israelí lanzó hoy ataques en la ciudad de Rafah, sembrando temor en uno de los últimos lugares donde los civiles podían buscar refugio luego de que Israel ampliara una ofensiva inicialmente centrada en el norte a zonas sureñas que ya estaban repletas de personas desplazadas, dijeron medios y residentes.
Amplias áreas del pequeño y asediado territorio encajado entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo han sido reducidas a escombros por bombardeos y por la ofensiva terrestre israelí, y el Ministerio de Salud de Gaza dice que más de 16.200 palestinos murieron, la mayoría mujeres y niños, y que miles están desaparecidos.
Israel ha estrechado el cerco sobre los principales centros urbanos de Gaza en busca de desmantelar a Hamas por sus ataques del 7 de octubre, que dejaron 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y liberar a decenas de rehenes que el grupo tomó y se llevó a Gaza, incluyendo a una veintena de argentinos.
Tropas israelíes apoyadas por aviones, tanques y excavadoras, luchaban hoy por tercer día contra milicianos de Hamas en la principal urbe del sur de Gaza, Khan Yunis, y continuaban su ofensiva de varias semanas en las norteñas Ciudad de Gaza y Jabaliya, entre las ruinas de un territorio densamente poblado de 2,3 millones de habitantes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que las tropas que operan en Khan Yunis llegaron a la casa del líder de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar, y aseguró que «era solo cuestión de tiempo» encontrarlo.
La aviación israelí también bombardeó hoy Rafah, una ciudad en el extremo sur de la Franja, fronteriza con Egipto, que se ha convertido en un inmenso campo para muchos de los 1,9 millones de gazatíes que tuvieron que abandonar sus casas por la ofensiva, cumpliendo órdenes de evacuación del Ejército israelí.
«¡¿Dónde quieren que vayamos, por Dios?!», se desesperaba hoy el palestino Khamis al Dalu, cuya familia había huido primero de Ciudad de Gaza a Khan Yunis y de allí a la cercana Rafah, informó la agencia de noticias AFP.
Durante la noche, ocho bombardeos golpearon a Rafah, informó AFP.
El Ministerio de Salud informó de al menos 37 muertos y muchos más heridos por los ataques.
En medio de la búsqueda de supervivientes y víctimas entre escombros tras los ataques en Rafah, unos familiares cargaban con los restos de una niña cubierta en una fina tela estampada de flores.
La masiva cantidad de víctimas civiles ha provocado preocupación internacional, acentuada por el asedio impuesto por Israel sobre el territorio, que está sin luz y donde solo entra una limitada cantidad de comida, agua, combustible y medicinas.
Israel aprobó anoche un incremento «mínimo» del suministro de combustible para evitar un «colapso humanitario y el brote de epidemias en el sur de la Franja de Gaza», anunció la oficina de Netanyahu.
El secretario general de la ONU, António Guterres, alertó de un «inminente colapso total del orden público debido a las condiciones desesperadas» en Gaza.
Guterres también invocó un procedimiento excepcional de la ONU para reclamar un alto el fuego, lo que provocó la furia del canciller israelí, Eli Cohen.
El ministro acusó a Guterres de ser un «peligro para la paz mundial» y de brindar «apoyo a la organización terrorista Hamas».
«Nosotros también queremos que esta guerra termine» pero «de forma que garantice que Hamas nunca podrá atacar nuevamente a nuestro pueblo», dijo el portavoz gubernamental israelí, Eylon Levy.
El Ejército israelí aseguró hoy que sus tropas «mataron a terroristas de Hamas y golpearon decenas de objetivos terroristas» en Khan Yunis y asaltaron un complejo militar de Hamas en Jabaliya.
Fuerzas navales también «atacaron complejos militares e infraestructura de Hamas usando munición de precisión», agregó el comunicado.
El grupo islamista dijo en Telegram que sus combatientes libraban feroces batallas contra las tropas israelíes «en todos los ejes de la incursión en la Franja de Gaza».
El movimiento reivindicó la destrucción de dos docenas de vehículos militares en Khan Yunis y en la norteña localidad de Beit Lahiya.
El Ejército israelí anunció la muerte de otros tres soldados, que llevan a 86 las bajas en sus filas dentro de Gaza desde el inicio de la invasión terrestre, el 27 de octubre.
La guerra provocó hostilidades con otros grupos armados respaldados por Irán, como el Hezbollah libanés o los rebeldes hutíes de Yemen, además de un recrudecimiento de la violencia en Cisjordania.
En este territorio palestino, ocupado y colonizado por Israel, más de 250 personas murieron por ataques del Ejército o colonos israelíes desde el inicio del conflicto, según la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el Gobierno autónomo palestino.
La ANP, liderada por el presidente Mahmud Abbas, es rival de Hamas y fue echado por el grupo de Gaza en 2007, pero reivindica su autoridad en ese territorio y ha condenado fuertemente la ofensiva israelí.
Los dos meses de combates han sido desoladores para los gazatíes, ya sometidos a años de bloqueo y pobreza antes de la guerra.
«Estamos devastados, mentalmente sobrepasados», dijo Amal Mahdi, habitante de Khan Yunis.
Ghassan Bankr llegó como desplazado a esta ciudad y está sin techo. «Nos llovió encima la pasada noche. No hay comida, ni pan, ni harina», lamentó, informó AFP.
En Israel, que se prepara para celebrar la fiesta judía del Janucá, todavía están muy presentes las traumáticas imágenes del ataque del 7 de octubre y persiste la preocupación por los rehenes todavía cautivos tras la liberación de 80 durante una tregua de siete días que rigió la semana pasada.
Para recordar a los asesinados o secuestrados por Hamas en un festival de música, un pabellón de exhibiciones de Tel Aviv recreó el lugar con tiendas y pertenencias de las víctimas.
La tregua fue mediada por Qatar, Estados Unidos y Egipto, y Hamas liberó a los rehenes a cambio de decenas de mujeres y adolescentes palestinos presos en cárceles de Israel y de que el Ejército israelí permitiera la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.
El Gobierno qatarí ha dicho que continúa con sus esfuerzos para reeditar el acuerdo de tregua.