La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos subió hoy 75 puntos básicos la tasa de interés que regula el costo del dinero, en un rango de entre 3,00% y 3.25%, con el objetivo de controlar la inflación en ese país.
Por otra parte, la FED corrigió a la baja la proyección de crecimiento de la economía de EEUU y la ubicó apenas por encima del cero por ciento en 2022 (+0,2%), frente al 1,7% previsto en junio pasado, precisó la agencia de noticias AFP.
La decisión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) busca intentar neutralizar el incremento de los precios, lo cual podría derivar en un vertiginosa caída del consumo y un incremento del desempleo.
El organismo monetario anticipó que «serán necesarias alzas suplementarias», ante una inflación esperada ahora de 5,4% para este año, frente al 5,2% previsto anteriormente.
La decisión de la Reserva Federal representa la política más dura del banco central en su lucha contra la inflación desde la década de 1980, otro período de precios altísimos.
Es probable que esta decisión cause problemas económicos a millones de empresas y hogares estadounidenses al aumentar el costo de los préstamos para viviendas, automóviles y otros créditos.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha reconocido el dolor económico que puede causar este régimen de ajuste rápido.
«Debemos seguir así hasta que lo hayamos logrado», dijo Powell en agosto durante un foro de banqueros centrales en Jackson Hole, Wyoming. «Si bien unas tasas de interés más altas, un crecimiento más lento y unas condiciones del mercado laboral menos fuertes reducirán la inflación, también traerán algunos problemas a los hogares y las empresas. Estos son los costos desafortunados de reducir la inflación. Pero no restaurar la estabilidad de precios haría mucho más daño», advirtió.