Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) redujeron el consumo de gas un 20% en los últimos cuatro meses, al mismo tiempo que continúan adaptándose a la crisis energética, según precisó ayer la agencia de estadísticas del bloque.
Esta caída supera el objetivo del 15% que se marcaron los países de la UE en agosto pasado, cuando el precio del gas ruso alcanzó casi los 340 euros por megavatio, lejos del tope del precio acordado en 180 euros para futuros contratos.
La tendencia a la baja en el consumo subraya el impulso del bloque para reducir la demanda de energía a medida que se enfrenta a la gran disminución de los suministros por parte de Rusia en represalia a las sanciones de la UE por la guerra en Ucrania.