Rusia ordenó este sábado a sus fuerzas «intensificar la actividad» militar en Ucrania, mientras que el operador ucraniano de energía nuclear acusó a Moscú de lanzar misiles desde la central nuclear de Zaporiyia.
El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, instó a intensificar las operaciones, especialmente en la región del Donbass en el este de Ucrania, «para impedir que Kiev bombardee la infraestructura civil», informó la cartera a través de un comunicado.
«El jefe del ente bélico dio las órdenes necesarias para intensificar las actividades de los grupos (de las Fuerzas Armadas rusas) en todas direcciones para impedir que el régimen de Kiev inflige ataques masivos con cohetes y artillería contra la infraestructura civil y los residentes de las localidades de Donbass y otras regiones», dice el texto citado por la agencia de noticias Sputnik.
Por su parte, el operador ucraniano de energía nuclear acusó al Kremlin de disparar misiles a las regiones de Nikopol y Dnipro desde la central ocupada de Zaporiyia, en el sur del país.
«Los ocupantes rusos instalaron sistemas de lanzamiento de misiles en el territorio de la central nuclear de Zaporiyia», dijo en la plataforma Telegram el presidente de Energoatom, Petro Kotin.
«La situación (en la planta) es extremadamente tensa y la tensión aumenta día a día. Los ocupantes están trayendo su maquinaria, incluidos los sistemas de misiles con los que atacaron el otro lado del río Dnipro y el territorio de Nikopol», 80 kilómetros al suroeste de Zaporiyia, agregó.
Unos 500 soldados rusos siguen en el emplazamiento de la planta y la tienen bajo su control, aseguró.
La mayor central eléctrica de Ucrania fue tomada por las fuerzas rusas en marzo, poco después de la invasión rusa del 24 de febrero.
Misiles rusos alcanzaron edificios residenciales en Nikopol, matando a dos personas y dañando 12 edificios, una escuela y una universidad, dijo el gobernador regional de Dnipro, Valentin Reznichenko.
En el noreste, cerca de la segunda ciudad de Ucrania, Jarkov, el gobernador Oleg Synegubov declaró que un ataque durante la noche mató a tres personas en la ciudad de Chuguiv.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski, en su mensaje diario, dio cuenta en las últimas horas de los ataques en Dnipro (este), Kremenchuk (cerca de Kiev) y la región de Kiev, consignó la agencia de noticias AFP.
También Kramatorsk, una ciudad del Donbass aún bajo control de Ucrania, sufrió intensos bombardeos mientras la ciudad de Vinnytsia, en el centro del país, todavía se intenta recuperar de un ataque mortal realizado el jueves pasado en una zona residencial.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se dijo «horrorizado» por el bombardeo a civiles y la Unión Europea (UE) lo calificó de «atrocidad».
Por su parte, el ejército ruso afirmó que el bombardeo en Vinnytsia estaba dirigido contra «la casa de los oficiales» de esa ciudad, donde se celebraba una reunión del «mando de las fuerzas aéreas ucranianas con representantes de proveedores extranjeros de armas».
El balance de muertos por el ataque se elevó este sábado a 24, después de que una mujer muriera de sus heridas en el hospital, indicaron las autoridades. Ucrania afirma que hay tres niños entre los muertos.
«Sesenta y ocho personas continúan recibiendo tratamiento, incluidos cuatro niños. Cuatro personas siguen desaparecidas», indicó el jefe del distrito de Vinnytsia, Sergiy Borzov.