Decenas de miles de israelíes participaron ayer, entre fuertes medidas de seguridad, en la marcha del Orgullo en Israel y protestaron por su derecho a la igualdad y contra varios ministros abiertamente hostiles contra las personas LGTBIQ+.
Más de 30.000 personas desfilaron por las calles de Jerusalén con la bandera arcoíris de la comunidad LGTBIQ+, una concurrencia récord desde 2016, según los organizadores.
“Frente al Gobierno más homófobo de la historia, debemos ser una muralla para impedir que se prohíban nuestros derechos y luchar por la igualdad de todos”, declaró a la agencia de noticias AFP Yoray Lahav-Hertzano, un diputado de centro, abiertamente homosexual, que participó en la manifestación.
La presidenta de la Asociación para la comunidad LGBTIQ+, Hila Parr, dijo que se trataba del “desfile más importante de la historia”, sostuvo que no podría haber “orgullo sin democracia” y que la marcha era una “respuesta a la fobia LGTBIQ+” del Gobierno, a los prejuicios y la discriminación.
Cabe mencionar que el Gobierno formado por el primer ministro Benjamin Netanyahu a finales de diciembre del año pasado es uno de los más conservadores de la historia del país, y varios de sus miembros se declararon abiertamente homófobos.