La ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner (CFK), se defendió ayer, mediante un escrito presentado ante el juez federal Claudio Bonadio, de las ocho acusaciones que pesan en su contra y que motivaron su presencia en Comodoro Py. En el documento, la ex mandataria nacional sostuvo que, desde un punto de vista procesal, las citaciones de Bonadio “devienen nulas”.
En primer lugar, argumentó que están “contaminadas” porque fueron concebidas en el marco de la causa de los “Cuadernos Gloria”. Y luego, afirmó que “en sí mismas carecen de todo sustento”. En uno de los párrafos centrales del texto, CFK afirmó que ni Bonadio ni el fiscal federal Carlos Stornelli consiguieron una sola prueba que demuestre que recibió coimas por parte de contratistas del Estado o que cometió delitos en el ejercicio de la función pública.
Además, la ex presidenta incluyó en su declaración a Marcelo D’Alessio, el falso abogado y supuesto operador judicial acusado de extorsión (ver nota aparte). Según el documento presentado por CFK, el juez Bonadio la citó a indagatoria en la causa por presuntas irregularidades en la importación de gas licuado, por las declaraciones que D’Alessio realizó a principios de noviembre de 2018. Con estas “únicas nuevas pruebas, aportadas por un sujeto a quien ahora el fiscal califica de enfermo psiquiátrico, el juez volvió a convocar a prestar declaración indagatoria a las mismas 25 personas cuyos procesamientos habían sido revocados por la Cámara de Apelaciones y, además, me incluyó en la imputación”, finalizó CFK.
De esta manera, la ex presidenta se refirió a una de las ocho imputaciones en su contra. No obstante, le dedicó párrafos a cada una de ellas. En resumen, las rechazó a todas y las descalificó de raíz. En este contexto, consideró que su presencia en los tribunales de Comodoro Py fue “una suerte de función de cine continuado” y “un hecho inédito en los anales de la jurisprudencia”.