El canciller Jorge Faurie rechazó ayer los dichos del candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, respecto de la crisis que atraviesa Venezuela y subrayó que lo que sucede en el país caribeño “es claramente una dictadura”.
Cabe recordar que el ex jefe de Gabinete había asegurado, en la noche del domingo, que “en Venezuela no hay una dictadura”, sino un “Gobierno autoritario”. Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores y Culto salió a rechazar esas palabras y resaltó que “Venezuela ha superado largamente la marca de un Gobierno o régimen autoritario para ser claramente una dictadura”.
Además, afirmó que “la violación de derechos humanos es masiva, como lo ha probado el informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet”. En ese sentido, el titular del Palacio San Martín señaló que “los venezolanos no se pueden expresar, no tienen alimentos, medicamentos, luz, ni agua”.
En la misma línea se manifestó el candidato a vicepresidente del oficialismo, Miguel Ángel Pichetto, quien consideró que lo dicho por Fernández “es una cosa ridícula” porque en Venezuela “hay una dictadura atroz”.
Los dirigentes se pronunciaron así al cuestionar la postura de Fernández. Todo indica que si el ex jefe de Gabinete llega a acceder a la Presidencia tomaría distancia de la posición más dura hacia Maduro que siguen los países de la región que integran el Grupo de Lima y buscaría explorar una línea menos confrontativa y más cercana a la que vienen desarrollando México y Uruguay.
Por otro lado, Fernández desvinculó, durante la misma entrevista, a la ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, de causas por posibles hechos de corrupción durante su gobierno y advirtió que no sabe si el empresario Lázaro Báez lavó dinero.
“No puedo decir si Báez lavaba dinero en el hotel (Alto Calafate, propiedad de la firma Hotesur), pero pensemos que, si fuera así, el único beneficiado era él. Cristina cobraba una suma fija, estuviera vacío o lleno el hotel”, subrayó Fernández.