Especial para HDC | Gastón Gracia Daponte
Algunos ideales y proyectos son nobles y elevados, pero al mismo tiempo, parecen inalcanzables. Para referirse a ellos, se suele hablar de causas perdidas. Cualquier propuesta que tenga un componente quimérico o utópico puede ser considerada en este espectro. De todos modos, cuando esas causas perdidas se convierten en conquistas colectivas, las sociedades pasan a gozar de mayores derechos e igualdades. Estos conceptos resumen acabadamente la trayectoria como abogado al lado de los sectores más vulnerables de la sociedad que tuvo Luis Angulo, y que ayer fueron expuestos en la entrevista que le realizó la Comisión de Asuntos Constitucionales en la Legislatura Unicameral, previo a prestarle hoy el acuerdo del pleno para que el gobernador Juan Schiaretti lo designe como vocal del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba.
Durante 46 años, Angulo ejerció la abogacía en forma privada en todos los fueros de la Justicia provincial y de la federal. Tuvo una destacada actividad en materia de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, ligado casi siempre a entidades sindicales. Entre 1975 y 1977, fue abogado defensor de presos políticos en Córdoba.
Precisamente, en este punto el ex ministro de Justicia y Derechos Humanos de Schiaretti comenzó relatando distintas circunstancias de injusticias que le tocó afrontar, y que lo llevaron a enfrentarse al poder. Relató cómo comenzaron las causas de DD.HH. en la provincia que lo llevó a defender presos políticos durante la última dictadura cívico-militar. Luis “Vitin” Baronetto y su mujer Marta González; “Lucho Pihen” (hermano de José Pihén y su mujer Eva), fueron algunos de los casos que recordó. Con un amplio respaldo de todos los partidos políticos que componen la Unicameral –salvo Encuentro Vecinal Córdoba (EVC) – Angulo respondió de manera contundente los cuestionamientos que esta fuerza política realiza para su designación en el Alto Cuerpo, vinculada a la presunta falta de objetividad que tendría en el alto tribunal si tuviera que intervenir en causas que involucren al gobierno, por su estrecha amistad con Schiaretti.
“Yo soy un persona ética. Yo puedo tener muchos amigos pero no me van a dar vuelta mi historia de vida”, respondió Angulo. En este tramo de la entrevista, se vivieron momentos de tensión debido al tono inquisidor de las preguntas que realizaba el legislador Mauricio Sebastián Schmitz (reemplaza hasta noviembre a Aurelio García Elorrio) en relación a la supuesta falta de imparcialidad que tendría Angulo en el TSJ. “¿Va a poder ser imparcial siendo amigo de Schiaretti?”, insistió Schmitz. “Usted sabe quién fue Figueroa Alcorta?”, le respondió Angulo. Ante el silencio prolongado del legislador vecinalista, Angulo puso como ejemplo al ex presidente de la República Argentina, que luego ocupó la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJ), a la vez que citó el caso de Juan Carlos Maqueda, quien después de ocupar distintos cargos políticos en Córdoba llegó a ser ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Recordó que a la provincia se le negó el apartamiento que se le solicitaba en la causa de Córdoba contra Anses por el incumplimiento del pago del déficit de la Caja de Jubilaciones. “Parecía un interrogatorio de un juez a un imputado”, afirmó el legislador Martín Fresneda, del bloque de Córdoba Podemos, que interrumpió las preguntas de Schmitz para pedirle a Julián López, presidente de la mencionada Comisión, que solicitara la reformulación de las preguntas hacia Angulo.“Dígale al Dr. (Aurelio García) Elorrio que lo mandó con ese papelito, que hay que tener autoridad moral para realizar tales cuestionamientos”, le endilgó Fresneda.
En este contexto, la parlamentaria Liliana Montero le preguntó al postulante del TSJ si todos los sectores que lo impugnaron, lo hicieron porque no cumpliría con la independencia necesaria para ser juez o por un posicionamiento ideológico. “Con mucho respeto lo digo, los que me están impugnado lo están haciendo por una cuestión ideológica”, respondió Angulo y finalizó destacando la importancia de tener una “indispensable” perspectiva de género para ejercer el cargo en el alto tribunal de justicia de la provincia. La defensa de las utopías se presenta como una causa perdida, como una lucha inútil. No obstante, la utopía es un anhelo humano que puede servir de inspiración para que los hombres busquen soluciones donde aparentemente no las hay. La coherencia de Angulo, su independencia, y la alquimia que transformó sus causas perdidas en conquistas sociales se pondrán a prueba en un difícil contexto social y económico de una de las provincias más conservadoras del país.