Luego de que el Gobierno firmara los decretos antidespidos y de asistencia financiera a empresas a raíz del impacto que provoca la pandemia, la Confederación General del Trabajo (CGT) destacó ayer ambas medidas pero reiteró su pedido de conformar en el corto plazo un «comité de crisis» junto con empresarios y el Gobierno que siga de cerca los problemas de cada una de las actividades, y para analizar qué sectores deberían volver a trabajar en la cuarentena, evitando así que se profundice la recesión económica. Preocupa a los referentes de la central obrera los despidos masivos que podrían ocurrirse, que estiman en unos 100.000 trabajadores, de no encontrar una instancia intermedia entre las partes para afrontar el parate.
El pedido de los gremialista ocurre en simultáneo a trascendidos periodísticos que indicaban que podrían pactar con empresarios de algunos sectores reducir los salarios. Una idea que en otros ámbitos, como el estatal y el político, comenzó a cristalizarse en varias provincias como Córdoba y en el Congreso. «La CGT rechaza en forma rotunda la opción de conciliar rebajas de salarios”, advirtió el martes el titular del Sindicato de Trabajadores de Industrias de Alimentación, Rodolfo Daer. Mientras que Carlos Acuña, uno de los titulares de la central, dio por descontada que las paritarias de este año serán «complicadas”.
La poda en los salarios también fue sugerida por el economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel), Daniel Artana, quien recomendó «que el Gobierno nacional se adelante» y habilite reducciones en salarios estatales «que son importantes en provincias y municipios, en vez de que ese proceso sea desordenado». Artana recordó que la nómina salarial de todo el sector público es de 9 puntos del PIB, unos US$ 4.000 millones por mes.
La gestión de Alberto Fernández oficializó en las últimas horas nuevas medidas para buscar contener la situación, como el decreto que prohibió los despidos y suspensiones (ver nota en página 4). También creó un programa de beneficios para compañías a las que se les cayó la facturación debido a la cuarentena, y a sus empleados, como también un fondo específico de 30.000 millones de pesos para otorgar garantías específicas a las pymes que vayan a endeudarse para poder pagar salarios.
Un tributo de las corporaciones
El diputado nacional y presidente del Banco Credicoop, Carlos Heller, planteó ayer la posibilidad de crear un tributo extraordinario” a grandes corporaciones para crear un fondo de emergencia. En declaraciones radiales, Heller advirtió que en la crisis actual «no hay que mezclar la situación de las pymes con la de las corporaciones». «Hay algunas empresas que no pueden poner nada y necesitan ayuda, y otras que podrían hacer un aporte para aliviar la situación, como podría ser un tipo de tributo extraordinario en función de los grandes patrimonios o ganancias, para hacer un fondo y atender a los que peor están», dijo el banquero.
Además, consideró «importantísimo que en este momento se encare decididamente el tema de la deuda, porque la generación de recursos a partir de encauzarla definitivamente es de tal magnitud que dejaría una capacidad de maniobra para el Estado nacional mucho más amplia». Al respecto, Heller recordó que el pago de intereses insumió US$ 12.400 millones en el último año.
Desde la UIA estiman que solo trabaja el 20% de la industria
Los últimos decretos que firmó el presidente Alberto Fernández fueron celebrados también por el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, quien destacó las respuestas integrales” que ofrece el Gobierno para intentar mitigar el impacto económico que provoca el aislamiento obligatorio, pero subrayó como imprescindible vincular al trabajo con la producción porque hoy «solo están trabajando las actividades consideradas esenciales” que, según estimó, son alrededor del 20% de la industria nacional”.
El empresario consideró que estamos ingresando en una segunda etapa” y vaticinó que antes del 12 de abril se irán liberando actividades relacionadas al aluminio, a la papelería y a la logística. Asimismo, el dirigente industrial destacó que la mayoría de las empresas vendieron un 40% menos en marzo y que presentan problemas para sostener costos fijos y afrontar pagos de salarios. Cuando el PBI empezaba a recuperarse, o al menos detenía su caída, apareció la pandemia para llevarnos a un tercer año seguido de recesión”, se lamentó el titular de la UIA.