La decisión de la Cámara Federal de La Plata de apartar al juez que venía tramitando la causa del presunto espionaje ilegal desplegado desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el Gobierno de Cambiemos desató una ola de especulaciones en torno al expediente, ya que mientras las defensas se volcaron a pedir nulidades y prisiones domiciliarias –que consiguieron el sábado último-, las querellas se mostraron confiadas en que el expediente seguirá su curso por el abundante material probatorio.
En lo formal, el tribunal de apelaciones sacó el caso de las manos del juez Federico Villena por el temor de parcialidad expresado por tres de los imputados y lo puso en las del juez Juan Pablo Auge quien, como primera medida, lo delegó en los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide. Aunque no desconfían del juez, es precisamente en los fiscales en quienes descansa la tranquilidad de los querellantes, ya que Incardona y Eyherabide ya tenían delegada desde antes la causa por el espionaje ilegal en el Instituto Patria. Y quienes solicitaron allí la detención de Alan Ruiz, el ex jefe de Operaciones Especiales de la Agencia, sindicado como jefe operativo de los ex agentes denunciados por espionaje ilegal.
El cambio de juez se produjo tras un planteo de los ex espías Leandro Araque, Facundo Melo y Jorge Turco” Sáez por sostener que Villena no podía estar al frente del expediente porque él mismo había ordenado tareas de inteligencia en las inmediaciones del Instituto Patria y había dispuesto que se interviniera el teléfono público del Penal de Ezeiza. Entre sus resoluciones de las últimas horas, Auge ordenó la prisión domiciliaria de la ex funcionaria de Mauricio Macri Susana Martinengo, quien el viernes hizo una de las declaraciones más esperadas en la causa por su cercanía con el ex mandatario.
Ante la justicia federal de Lomas de Zamora, la coordinadora de Documentación Presidencial de Cambiemos dijo que no tomaba partes de inteligencia” de los espías con los que se relacionaba, sino que tomaba información” y aseguró que no pasaba mensajes para arriba” al desmentir lo que ella misma decía en distintos audios incorporados al expediente.