El secretario adjunto del sindicato de trabajadores de peajes SUTPA, Facundo Moyano, cuestionó con dureza los desempeños del presidente Alberto Fernández, del gobernador bonaerense Axel Kicillof y el programa económico de Sergio Massa.
«Si son peronistas, hagan peronismo con la gente. Hay 50% de pobreza y 90% de inflación ¿Dónde está el peronismo? Tanto que hablan de que vuelve la derecha. Ustedes, los que gobiernan, hacen todo para que vuelva», apuntó.
El ex diputado, distanciado del Frente de Todos desde hace más de un año y medio cuando abandonó su banca nacional, viene siendo crítico de la gestión oficialista.
«Si son peronistas, que hagan peronismo de verdad, no de chamuyo. Veo el peronismo cuando miro para el costado, donde están los laburantes. Estamos cansados del chamuyo del Gobierno», continuó.
De esa manera se despachó en medio de un fuerte conflicto por la administración de los peajes en la provincia de Buenos Aires.
«Están destruyendo todo el sistema de autopistas», aseguró. «Le dicen a la gente: ‘No subimos las tarifas porque le queremos dar un beneficio’ y lo que hacen es robar la plata de los impuestos que pagan», dijo y que ese «es el populismo berreta que hace este pseudoperonismo», en referencia al gobierno de Kicillof.
Durante una semana, los trabajadores de la empresa estatal AUBASA encabezaron una protesta con barreras levantadas en la Autopista Buenos Aires – La Plata y en las rutas de acceso a La Costa a raíz del despido de trabajadores por la implementación del telepeaje y por las bajas tarifas que se cobran a diferencia de otras administraciones viales en el país, lo que –como explicó Moyano– produjo un sistema comercial inviable por parte de la provincia.
«La empresa está quebrada. La quebró este gobierno, ahora nos encontramos con que toda la actividad está quebrada. Un auto de categoría 2 en AUBASA paga $2,20 y en AUSA paga $60 por kg, 2200% más», cuestionó el sindicalista. Además, dijo que «la falta de gestión, planificación, estrategia y de proyecto de gobierno, hicieron que una empresa que daba superávit en 2019 hoy esté subsidiada en más de un 50%».
En paralelo, también cargó duro contra la cúpula de la empresa, encabezada por Ricardo Elizalde. «Es un impresentable, que lo echaron por corrupto en ADIF y que ahora no sabe dónde robar», arremetió.
Y para explicar que está «todo el Gobierno está loteado», agregó: «Hacen populismo berreta, que no chamuyen más. Hay un presidente [por Elizalde] anti-trabajador que designaron por un acuerdo político entre Sergio Massa y Axel Kicillof».
Un sindicalista poco ortodoxo y distanciado de Massa
Tras renunciar a su banca, Facundo Moyano volvió en octubre de 2021 a formar parte del sindicato que lideró en el pasado, pero como secretario adjunto de Florencia Cañabate, quien hoy es una de las pocas mujeres a cargo de un gremio en la Argentina.
El miembro del clan familiar Moyano, aparte, en el pasado ha sido un hombre cercano a Sergio Massa, con quien se codeó en el Frente Renovador.
Si bien en agosto pasado había reconocido que había que «sincerarse» en relación a las cuentas del Estado, ahora se muestra más distante respecto a los manejos del ministro de Economía.
Asimismo, el sindicalista de los Peajes tuvo desencuentros en el último tiempo con la Confederación General del Trabajo (CGT).
Durante la última movilización de la central obrera, cuestionó que la cúpula no haya incluido entre los apuntados al Gobierno Nacional en medio de la crisis social y económica que atraviesa el país.
«¿Cuando había inflación en el gobierno de Macri el responsable era el presidente y ahora no hay una cuota de responsabilidad por parte del Gobierno?», había dicho. «Un dirigente sindical no puede no reclamar ante esta situación, tiene la obligación».
En ese sentido, citó la actitud combativa de su hermano Pablo Moyano, cogobernador de la CGT, y mirado de reojo internamente.
Sin embargo, el secretario adjunto de Camioneros hoy mantiene su propio armado político con sectores kirchneristas.
Facundo, por lo pronto, volvió a apuntar contra el Frente de Todos y no escatimó en críticas sobre sus antiguos socios políticos.
«Es llamativo en un gobierno peronista que no se sabe a quién responde, nadie se hace cargo, ni el gobernador se hace cargo, ni los funcionarios del ministerio se hacen cargo, está todo el gobierno loteado», finalizó. .