El ministro de Educación de Córdoba, Walter Grahovac, calificó ayer de “triste y preocupante” el hecho de que la Argentina haya registrado la peor nota de su historia en la evaluación de desempeño educativo de la Unesco “Erce-2019”, en donde obtuvo el “menor puntaje” del promedio regional, un piso histórico que generó alarma inmediata en las autoridades nacionales.
“Es un indicador de que no se están haciendo bien las cosas. Es un problema educativo, en primer lugar, pero también social porque la educación termina reflejando la realidad que viven miles de argentinos”, reflexionó el funcionario. Asimismo, alertó que “lleva mucho tiempo recuperarse, pero también mucho tiempo la caída. Este impacto ha ido acompañado de un crecimiento exponencial de la pobreza y eso no ha ocurrido en un solo gobierno, lo venimos arrastrando desde hace más de una década”.
A su vez, el titular de la cartera educativa cordobesa remarcó que las pruebas de la Unesco arrojan datos globales del país y no se desagregan por provincia. “Lamentablemente, no hay datos por provincia. En el resto de las pruebas, Córdoba viene mostrando mejoras en los últimos años”, destacó en declaraciones a Cadena 3.
A su turno, la diputada nacional por la UCR de Córdoba, Brenda Austin, advirtió que los resultados de las evaluaciones educativas en nuestro país “no deberían sorprender”, ya que la situación en todo el sistema es “dramática”, y volvió a proponer la construcción de un acuerdo nacional a largo plazo para revertir este deterioro.
“Hoy (por la víspera) se medirá en todo el país el aprendizaje durante la pandemia, un tiempo sin presencialidad y con las escuelas cerradas. Los resultados recién estarán en 2022 pero no pueden sorprendernos. La educación argentina está en su peor crisis y debemos actuar ya. No podemos seguir demorando este debate”, consideró.
Austin es impulsora del proyecto de ley para crear un “Pacto Educativo Intergeneracional” con metas a largo plazo para superar la crisis que afecta a millones de niños, niñas y adolescentes en todo el país a partir del impacto que produjo el cierre de las escuelas por la pandemia.
La propuesta declara la emergencia educativa en todos los niveles y modalidades hasta 2030 y pide considerar a la educación como actividad esencial. Una de las bases del Pacto Educativo es el aumento de la inversión en el área hasta alcanzar el uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) adicional a lo ya establecido en la ley 26.075 de Financiamiento Educativo.