El coronavirus (Covid-19) ya registra más de 100.000 casos en el mundo y más de 4.000 muertes en distintos países desde diciembre cuando surgió el primer infectado – y consecuente brote- en Wuhan, China. Desde ese entonces, científicos de todo el globo, y en especial del país asiático, comenzaron a estudiar diferentes aspectos del virus. Un equipo de investigadores chinos realizó el mayor estudio, hasta el momento, sobre los factores de riesgo vinculados a las muertes por el virus.
La investigación se centró en 191 pacientes ingresados en dos hospitales de Wuhan, 54 de los cuales fallecieron y el resto fueron dados de alta. Tras una evaluación, constataron que la edad avanzada, los problemas de coagulación de la sangre y los síntomas de septicemia -una respuesta fulminante del organismo para combatir una infección- son los tres principales factores de riesgo a la hora de contraer la enfermedad. Un dato no menor es que el virus es más peligroso, y se incrementa el riesgo de muerte, cuando afecta a personas de más de 65 años o con una condición médica preexistente, como patologías crónicas.
Bajo este trabajo, encabezado por el médico Hua Chen, la mitad de los pacientes analizados presentaban otras enfermedades como la hipertensión (30%), la diabetes (19%) y padecimientos coronarios (8%). Tales resultados visibilizan un 10% de aumento del riesgo de muerte en el hospital por cada año más de edad de la persona infectada. Esto quiere decir que la media de edad de los fallecidos es de 69 años, frente a los 52 años de los supervivientes. Tras los resultados del estudio, los autores consideran que los datos arrojados podrían ayudar a identificar a las personas con peor pronóstico.
El 2% de los pacientes que contrajo la enfermedad ha fallecido, según precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por su parte, Hua Chen, remarcó que no solo la edad avanzada es considerada un factor de riesgo. También existen otros dos: una puntuación alta en la escala Sofa -un sistema de evaluación del fallo multiorgánico en enfermos ingresados en la unidad de cuidados intensivo- y valores elevados en la prueba del dímero D, empleada para detectar problemas de coagulación sanguínea.
No obstante, los científicos piden cautela a la hora de interpretar sus resultados de los análisis que confirman haber contraídos coronavirus. En cualquier caso, recomiendan que no se dé de alta a los pacientes ingresados hasta que den negativo en las pruebas del virus.