El proyecto de Ley sobre Etiquetado Frontal de Alimentos, fue finalmente aprobado en la Cámara de Diputados. La actual regulación tiene por objetivo que se advierta en los envoltorios de los alimentos los excesos de componentes que pueden ser nocivos para la salud como azúcares, sodio y grasas saturadas, entre otros. De esta forma, estiman que la población conocerá detalles de algunos componentes y le permitirá hacer compras informadas para cuidar su salud.
En este marco, es necesario recordar que la mayor causa de decesos en Argentina son las enfermedades crónicas no transmisibles, como el cáncer y la diabetes, y las enfermedades crónicas respiratorias y cardiovasculares.
En línea con esto, existen factores de riesgo que hacen que esas enfermedades empeoren y se desarrollen de una manera más pronunciada, entre los cuales se encuentra la alimentación, que está muy ligada al comportamiento y que por ende es posible de mejorar.
Una vez aprobada, lo óptimo es empezar a comprender qué es lo que uno come. A continuación, una guía de los nombres de los principales ingredientes que suelen contener los productos en el mercado, por qué los agregan, y por qué muchos de ellos pueden perjudicar la salud.
Guía de etiquetas
- Aspartamo: es un edulcorante (endulzante sin aporte calórico significativo). Como muchos productos químicos que se usan, se justifica su presencia por ser en un porcentaje chico (pero nadie sabe en realidad cuánto consume cada persona).
- Ciclamato de sodio: considerado como uno de los edulcorantes menos recomendados. Se usa en una gran cantidad de productos, desde gaseosas hasta yogures o dentífricos, y también contiene sodio.
- Sacarina de sodio: uno de los edulcorantes menos recomendados y con más antigüedad. Es mucho más dulce que el azúcar.
- Almidón modificado: harina refinada usada generalmente como espesante.
- Sacarosa: azúcar blanca de mesa.
- Glucosa: azúcar pura.
- Dextrina: Se utiliza como espesante.
- Jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF): es un azúcar de bajo costo y alto rendimiento obtenido de un proceso industrial, utilizado mucho en productos para niños. Los efectos de su consumo incluyen distensión abdominal, gases y diarrea. La sobrecarga de fructosa en el hígado aumenta las grasas (relacionándose con obesidad, hiperglucemia, dislipemia, hipertensión arterial, insulinorresistencia e hígado graso no alcohólico). Esto ya es visto hoy por hoy en niños. Tiene característica adictivas (por los mecanismos que desencadena, en grandes cantidades, regularmente).
- Lactosa: conocido como el azúcar de la leche”, parecido al azúcar.
- Glutamato de sodio: realza el sabor. Su consumo habitual y constante está asociado a afecciones de salud. Es potencialmente tóxico, pero aún está respaldado su uso.
- Cloruro de sodio: puede estar escondido entre los aditivos. Al leer la composición nutricional, se declara el sodio que contiene por porción. Una cantidad pequeña se considera cuando el porcentaje de valor diario es menor a 5%, y una cantidad alta cuando es mayor a 20%. Los fideos instantáneos, por ejemplo, tienen un 50%. Algunos aditivos comunes que contienen sodio pueden ser antioxidantes, gelificante, reguladores de la acidez, resaltadores del sabor, edulcorante, etc.
- Tartrazina: colorante sintético, color amarillo intenso y naranja, usado generalmente en jugos. Es un derivado del petróleo. Estudios asociaron su consumo con hiperactividad en niños.
- Espesantes: se les agrega a los yogures para que dada la larga vida útil que tienen no se separe el suero. El más habitual es la gelatina, pero también algunos tienen almidones modificados (figuran como INS alrededor de los 1400 en adelante, la goma xantica INS 415 en aderezos, gelatina INS 442, goma guar INS 412).
- Aceites ovinos, bovinos, vegetales hidrogenados, manteca, margarina: En general figuran como grasas trans. Consideradas como de mala calidad nutricional. Algunas de origen animal y otras de origen vegetal. Su consumo habitual está asociado a enfermedades cardiovasculares, entre otras.
- Sorbato de potasio y propionato de calcio: conservantes anti hongos para que los productos duren más en góndola.
- Mejoradores” fosfato monocálcico 341i y Acido ascórbico 300: ayudan en la elaboración por ejemplo del pan, aumentando su volumen.
- Emulsionantes Mono y di glicéridos 471 y 472 esteres de mano y diglicéridos : impiden que el pan se ponga duro.
- Ácido cítrico 330: regulador de acidez.
- Goma xántica: la llevan por ejemplo los aderezos, para que no se separe la emulsión. Como absorbe mucha agua, aporta viscosidad con menor cantidad de aceite. Si se miran los ingredientes de las mayonesas, el primero que figura es el agua.
- Sulfito: es un antioxidante y como hay algunas personas sensibles hay que declararlo luego de los ingredientes en mayúsculas. Se usa en purés en escamas, vinagres claros, vinos blancos, langostinos congelados. Evita el oscurecimiento del producto.
Otros puntos a tener en cuenta de la ley
Quienes se dedican a la nutrición, entre otros expertos, recalcaron la importancia de regular la forma en que se publicitan y patrocinan los productos, la prohibición de incluir personajes infantiles para venderles a los chicos, y la posibilidad de participación en concursos, juegos o eventos.
A su vez, ninguna bebida o alimento con al menos un sello (es decir, que indique exceso de sodio, azúcares, grasas totales y saturadas y calorías) y que esté dirigida a niños y adolescentes, va a poder ser publicitada. A su vez postula la generación de entornos saludables (por ejemplo, que no entren a las escuelas ni a los kioscos dentro de las escuelas, productos con exceso de ingredientes críticos, entre otras interesantes propuestas.
Uno de los puntos más conocidos es la colocación de etiquetas negras en forma de octógonos en el frente de los envases, que en letras blancas adviertan sobre excesos de azúcares, sodio, grasas o calorías por cada 100 gramos.
La importancia de que esto ocurra radica en que si bien hoy en día los ingredientes están allí, figuran en un tamaño casi imposible de leer, y en una terminología inentendible.