Durante los últimos días, biólogos y expertos en aves, junto con técnicos de la Secretaría de Ambiente, llevaron a cabo un censo aéreo para registrar la tendencia poblacional de flamencos en la reserva de Mar Chiquita, informó la Provincia.
Las derivaciones del estudio resultan un indicador importante para conocer más sobre la situación de esta especie. Cabe recordar que tres de las seis variedades que hay en el planeta habitan los bañados del extenso humedal ubicado al noreste provincial, considerado además uno de sitios más importantes de Sudamérica para la conservación de las aves.
Debido a la gran dimensión de la laguna, más de un millón de hectáreas, los científicos especialistas en avifauna miembros del Grupo de Conservación de Flamencos Altoandinos (GCFA) y de Natura International sobrevolaron el enorme espejo de agua para monitorear y contabilizar la cantidad de ejemplares que se distribuyen en bandadas y colonias a lo largo de las costas del también denominado Mar de Ansenuza.
Los datos preliminares arrojan buenas noticias sobre el número de esta particular ave de patas largas y plumaje rosado. Los técnicos pudieron observar nuevas colonias y nidadas pertenecientes al flamenco austral (Phoenicopterus chilensis) que en sobrevuelos anteriores no habían sido identificadas. La variedad austral se la encuentra en la laguna durante todo el año y las concentraciones de nidificación son también notables por su abundancia.
Se estimaba que las tres especies de flamencos que viven en Sudamérica alcanzaban los 300.000 ejemplares en total, sin embargo, se descubrió que solo en Mar Chiquita hay unos 325.963 individuos del flamenco austral. Esos datos del último censo se siguen confirmando con este nuevo monitoreo que los científicos oficializarán en estadísticas luego de una etapa de procesamiento de datos. Esto implica que esta laguna salada es el sitio con más flamencos australes del continente y que más de la mitad de la población global de esta especie se concentran allí.
El trabajo de campo requirió de más de tres horas de vuelo. Los investigadores registraron en fotografías de alta resolución las colonias y bandadas que se distribuyen en áreas de difícil acceso considerados territorios intangibles. Las imágenes dan cuenta de múltiples nidos que hembras y machos construyen de barro, pichones de pocos días de nacimiento y numerosas parejas que se encuentran cuidando los huevos y alimentándose en las desembocaduras de los ríos.
Entre las otras dos especies de flamenco que habitan en menor número la laguna se encuentran el flamenco andino o parina grande (Phoenicoparrus andinus) y la parina chica o flamenco de James (Phoenicoparrus jamesi), ambas visitantes de invierno, cuando descienden de sus áreas de cría ubicadas en las lagunas altoandinas de la Puna argentina, chilena, boliviana y peruana.
Dentro del equipo a bordo de la avioneta, participó también un aforista, responsable en observar las colonias desde la cabina y mediante la técnica del aforo ‘la cual requiere de un entrenamiento especial’ estimar la cantidad de individuos.
Esta información se coteja luego con los datos que arroja un sofware que procesa las imágenes. De esta manera, con el aporte del experto y con los datos del registro tecnológico se obtiene un número más preciso sobre la cantidad de ejemplares. Cabe destacar que este tipo de estudios se realiza cada cinco años de manera simultánea en los humedales de Argentina, Chile, Perú y Bolivia, para cotejar datos, detectar amenazas e impulsar acciones de conservación.