En la provincia de Córdoba, entre enero y junio de este año, se reportaron 141 suicidios. Esta es la segunda causa de muerte violenta en la provincia, sólo por debajo de los siniestros viales, que causaron 154 muertes en el mismo período.
La creciente inquietud por este fenómeno se ve reflejada en las estadísticas anuales: en 2022, Córdoba registró 253 suicidios, con una tasa de 7,1 por cada 100.000 habitantes. Para 2023, la cifra aumentó a 289 suicidios, lo que representa una tasa de 8,1 y un aumento del 13% en un solo año.
En este contexto, el psicólogo Misael Moreno Frías, integrante del Programa de Prevención del Suicidio de la Provincia, le dijo a La Voz del Interior que la iniciativa evolucionó para enfrentar las múltiples aristas del suicidio a nivel comunitario y profesional.
El Programa de Prevención del Suicidio de Córdoba no busca crear centros especializados únicamente para tratar este tipo de problemática, sino que aboga por una descentralización de los servicios de salud mental.
Moreno explicó que el objetivo es integrar las acciones de prevención en todos los servicios de salud. “Buscamos fortalecer los equipos de salud para que puedan intervenir en esta temática. Entonces, la idea no es que hagamos un centro especializado para trabajar con suicidio, sino que sean acciones de cualquier servicio de salud”, detalló.
Esta estrategia pretende hacer que la prevención sea parte integral de la atención primaria y no depender exclusivamente de especialistas en salud mental. Desde la reglamentación de la Ley Nacional de Prevención del Suicidio (27.130), se avanzó en la implementación de medidas concretas, como el seguimiento de casos de intento de suicidio.
Moreno destacó la importancia de esta medida, ya que los intentos de suicidio son predictores significativos de riesgo. Sin embargo, la recopilación de estos datos sigue siendo un proceso en desarrollo, que requiere capacitación y un seguimiento riguroso.