El Centro de Almaceneros de Córdoba realizó un estudio sobre la alimentación de las familias argentinas y arribó a la conclusión de que, debido a la inflación, hubo una reducción o supresión de ingestas de alimentos en los estratos más pobres.
El Departamento de Estadísticas y Tendencias del Centro, en base a 4.800 encuestas de hogares, dividió a las familias en seis grupos: aquellos que ganan hasta $ 60.000, $ 80.000, $ 100.000, $ 120.000, $ 140.000 y $ 160.000.
Según datos del Indec, una familia de cuatro personas debe consumir un promedio de 168,43 kilogramos en 53 productos. Sin embargo, para las familias que ganan hasta $ 60.000, el Centro de Almaceneros concluyó que consumen 140,33 kilogramos de productos en 21 productos.
En total, gastan $ 40.733,80. Es decir, 67,89% de sus ingresos. De los adultos de estas familias, solo 18% desayuna, 58% almuerza, 26% merienda y 14% cena. En contraposición, las familias que ganan hasta $ 160.000 gastan $ 61.861,11 en comida. Es decir, 38,66% de sus ingresos. De los adultos de estas familias, 77% desayuna, 94% almuerza, 64% merienda y 73% cena.
“Los resultados evidencian una marcada deficiencia alimentaria y deterioro nutricional del segmento poblacional objeto de éste estudio; como consecuencia de la notable reducción del poder adquisitivo”, remarcaron.