«El hambre alcanzó un nivel nunca visto desde hace 12 años en Siria», sentenció el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en un comunicado.
«Doce millones de personas no saben cómo se procurarán su próxima comida» y a ellas se suman «2,9 millones de personas que pueden llegar a pasar hambre», agregó.
Según la ONU, más del 90% de la población vive bajo el umbral de la pobreza desde que en 2011 comenzó un sangriento conflicto que dejó medio millón de muertos y devastó las infraestructuras del país.
Siria, cuya economía se hundió, ocupa el sexto puesto en la escala de países con más personas en riesgo de inseguridad alimentaria, consignó la agencia de noticias AFP.
Los precios de los productos alimentarios se multiplicaron por 12 en los últimos tres años en una nación afectada además por la sequía, el cólera y el coronavirus.
A su vez, advirtió que la malnutrición infantil y de las madres «aumenta también a una velocidad sin precedente».
Si la comunidad internacional no interviene para brindar ayuda, Siria podría enfrentarse a «otra ola de emigración masiva», sostuvo el director del PMA, David Beasley, en una visita esta semana al convulso país.