La Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Contencioso Administrativo de San Francisco ordenó el desalojo del edificio del Museo Gran Hotel Viena, en Miramar de Ansenuza, al hacer lugar al planteo presentado por la empresa Wandorf Company S.A., titular registral del histórico inmueble.
El tribunal —integrado por los jueces Mario Perrachione, Analía Griboff y Horacio Vanzetti— rechazó las excepciones de incompetencia, falta de personería y arraigo que había planteado la Municipalidad de Miramar, y dispuso que el edificio sea restituido a la firma privada. La sentencia, fechada el 27 de noviembre de 2025, retoma una disputa judicial que se remonta a 2010 y que vuelve a poner en jaque el principal símbolo cultural de la localidad.
Fundamentos del fallo
Según la resolución, la Justicia consideró acreditado que Wandorf Company S.A. mantiene la titularidad del inmueble desde 1964 y que jamás fue desplazada por ningún acto posesorio que pudiera derivar en una prescripción adquisitiva. El tribunal destacó que ni particulares ni el Estado municipal ejercieron posesión con “ánimo de dueño”, algo que, de haberse intentado, constituiría un delito al reconocerse siempre la propiedad privada del hotel.
La empresa argumentó que adquirió el predio en 1934 y que, aunque debió interrumpir su explotación por el avance de la laguna Mar Chiquita en 1977, nunca abandonó el inmueble. Señaló que distintos integrantes de la firma —entre ellos Ana y Max Pahlke— visitaron periódicamente el lugar, y que todos los impuestos fueron mantenidos al día.
La Cámara subrayó además que la Municipalidad jamás inició un juicio de usucapión ni avanzó con un proceso expropiatorio, pese a declararlo patrimonio cultural local en 2005. Para los jueces, cualquier actuación municipal dentro del edificio fue un acto de simple tenencia, según consta en ordenanzas y documentación catastral de fines de los años 80 y 90.
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El rol del municipio y la génesis del conflicto
Tras quedar aislado por la crecida de la laguna, el Gran Hotel Viena fue ocupado por el municipio en 1988 mediante un contrato de comodato, con el objetivo de resguardar el edificio y evitar intrusiones. Desde entonces se realizaron tareas de mantenimiento, cercado y visitas guiadas, que desde 2005 quedaron a cargo de la Asociación Civil Amigos del Gran Hotel Viena.
La Municipalidad sostiene que desde hace más de tres décadas ejerce actos propios de un verdadero dueño: declaró el hotel patrimonio histórico cultural mediante ordenanzas y promovió su aprovechamiento turístico. Asegura que la explotación organizada del museo constituye prueba suficiente de posesión pública, pacífica e ininterrumpida.
Sin embargo, para la Cámara estos actos son “equívocos” y compatibles tanto con un mero tenedor como con un poseedor, por lo que no acreditan un ánimo de dominio.
Preocupación en Miramar y posible apelación
El fallo provocó fuerte inquietud en la comunidad. La Asociación Civil Amigos del Viena, responsable de su gestión turística, advirtió que el desalojo podría “fulminar años de preservación y revalorización” de un monumento que sobrevivió a las devastadoras inundaciones de 1977. Para ellos, el museo es el “testamento de una comunidad que se negó a morir”.
Desde el municipio convocaron a una reunión urgente para este jueves con funcionarios, abogados y representantes de la Asociación con el fin de analizar la sentencia y evaluar una posible presentación en casación ante el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba.
Paralelamente, los Amigos del Viena exigen la expropiación del inmueble por parte del gobierno provincial o nacional para garantizar que el “corazón cultural de Miramar de Ansenuza” no quede en manos privadas.









