Cinco tensas horas se vivieron el lunes en nuestra ciudad, luego de que el violador serial Emilio Bustos (63), condenado a 21 años de prisión, lograra fugarse del Hospital Córdoba, donde realizaba un tratamiento de diálisis. Pero la aventura terminó al filo de la medianoche del mismo día, cuando un denunciante anónimo advirtió a la Policía sobre la presencia del fugado en el domicilio de un familiar, lugar donde fue recapturado.
Pese a estar detenido en la cárcel de Bouwer desde el año 2011, Bustos, quien cumple una pena por múltiples violaciones y robos, lleva adelante un tratamiento de diálisis en el Hospital Córdoba. Fue allí que los efectivos del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) esposaron al delincuente a la silla del tratamiento, sin percatarse de que a la mano atrapada le faltaban dos dedos.
Esa fue la situación que facilitó que Bustos se quitara la esposa con poco esfuerzo y que saliera caminando por la puerta donde debían estar sus dos guardianes -quienes no estaban en sus puestos- para luego darse a la fuga por el estacionamiento del hospital. Recién a las 18.30, una médica del nosocomio ingresó a la habitación de hemodiálisis, detectó la ausencia del paciente y se la informó a los oficiales del SPC que tenían a cargo la custodia del reo.
A partir de ese momento se vivieron horas vertiginosas hasta que, por la noche, el 911 recibió una llamada que alertaba sobre la presencia del violador en la casa de un familiar. Se trata de la casa de barrio Avellaneda de su ex cuñado, donde la Policía logró recapturar a Bustos alrededor de las 23.30.
A raíz del hecho, el fiscal Andrés Godoy imputó a los dos guardias encargados de la custodia de Bustos por “favorecimiento a la evasión culposa” que, según el Código Penal, contempla como pena una irrisoria multa de entre $ 1.000 y $ 15.000. En paralelo, el Órgano de Control Disciplinario de las Fuerzas de Seguridad dejó en situación pasiva por seis meses a los dos empleados.
Por su parte, el ex cuñado del violador no recibió imputación alguna, ya que aseguró desconocer que Bustos era prófugo y, al momento de la recaptura del violador, no se resistió cuando la Policía llegó a su domicilio. En tanto, Bustos, que se fue del hospital sin golpear ni herir a nadie, tampoco puede ser imputado por esta fuga.