Hoy se cumplen exactamente 33 años de aquella tarde del 22 de junio de 1986, en donde Diego Armando Maradona marcó dos de los goles más recordados de la historia de los mundiales.
Fue el partido correspondiente a los cuartos de final del Mundial de México. Argentina e Inglaterra se enfrentaban en el Estadio Azteca, mientras permanecía aún latente el conflicto de Malvinas.
Maradona se encargó de hacer dos goles tan distintos pero gritados tal vez con la misma emoción. El primero, que el propio Diego se lo atribuyó a la intervención divina cuando la había metido con la mano, fue convalidado por el árbitro a pesar de las airadas protestas de los ingleses.
Y el segundo, considerado como el mejor gol marcado en un encuentro mundialista, fue cuando Maradona dejó atrás a todo el equipo inglés en una magistral jugada individual que terminó con la pelota contra la red inglesa.
“A veces lo pienso, y me parece un sueño“, escribió el propio Maradona en su cuenta de Instagram para celebrar un nuevo aniversario de la epopeya ante los ingleses.