Un misil disparado por Rusia alcanzó hoy un centro comercial en una ciudad del centro de Ucrania, donde mató al menos a 11 personas e hirió a otras 20, en uno de los ataques contra un objetivo no militar más mortífero de todo el conflicto.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dijo que el número de víctimas por el ataque en la ciudad de Kremenchuk era “inimaginable”, y citó informes de que había más de 1.000 civiles en el interior del shopping en el momento del ataque.
Kremenchuk, una ciudad industrial de 217.000 habitantes de la provincia de Poltava, fue la sede de los ataques. Sobre las márgenes del río Dnieper, se encuetra la sede de la mayor refinería de petróleo de Ucrania.
El gobernador de Poltava, Dmitro Lunin, dijo que 11 personas murieron y al menos 40 resultaron heridas en el ataque al shopping, en el que había más de 1.000 visitantes.
Zelenski enfatizó por Twitter que el objetivo atacado “no representaba una amenaza para el ejército ruso” y no tenía “valor estratégico”, al tiempo que acusó a Rusia de sabotear “los intentos de la gente de vivir una vida normal».
En la cumbre del G7:
Reunidos en Alemania, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los demás líderes del Grupo de los Siete (G7) se comprometieron hoy a apoyar «el tiempo que sea necesario» en términos humanitarios, diplomáticos y militares a Ucrania, y prometieron más sanciones contra Rusia.
En una intervención telemática ante la cumbre del G7, Zelenski instó al G7 a «hacer lo máximo» posible para terminar antes de fin de año la guerra y evitar «la dureza del invierno», que hace más difícil combatir.
La cumbre del G7 se seguirá mañana de otra de la OTAN en Madrid en la que Biden y los otros líderes de los 30 países aliados acordarán reforzar el apoyo militar a Ucrania, dijo hoy el secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg.
Stoltenberg anunció además que la OTAN elevará a 300.000 la cantidad de soldados de su fuerza de reacción rápida, un aumento de casi ocho veces para prepararse para una «era de competencia estratégica» con Rusia y China, según señaló.
El primer ministro británico, Boris Johnson, condenó el «ataque espantoso» contra el shopping y dijo que mostraba «el nivel de crueldad y barbarismo» del presidente ruso, Vladimir Putin. Mientras que el secretario de Estado estadounidense, Antony Binken, dijo que el mundo estaba «horrorizado» por el bombardeo y que los responsables iban a «rendir cuentas».
El vocero del secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que el ataque era «totalmente execrable», informó la agencia de noticias AFP.
Bombardeo contra civiles:
El bombardeo es de los más letales contra un objetivo civil desde el inicio del conflicto. En marzo, otro contra un teatro de la ciudad de Mariupol dejó unos 300 muertos, según estimaciones de autoridades locales.
Más de 50 personas murieron por el impacto de un misil en una estación de trenes de la ciudad oriental de Kramatorsk en abril. En marzo, 47 personas murieron en otro ataque a un edificio residencial en Jarkov.
Ayer, Rusia lanzó sus primeros ataques contra Kiev, la capital de Ucrania, en tres semanas. Autoridades ucranianas dijeron que una persona murió y otras seis resultaron heridas cuando un misil ruso alcanzó dos edificios residenciales de la norteña ciudad.
Rusia dijo que lo que atacó fue una fábrica de misiles cercana a los edificios y que lo que impactó en ellos fue un misil antiaéreo ucraniano.
Conquistas en el este de Ucrania:
El ataques en Kremenchuk llegó en momentos en que Rusia redoblaba una devastadora ofensiva por tierra y aire contra una de las últimas ciudades bajo control ucraniano en la región del Donbass, en el este de Ucrania.
El Ejército ruso continuó bombardeando hoy fuertemente la ciudad de Lisichansk, en la provincia de Lugansk, luego de capturar el fin de semana la vecina ciudad de Severodonetsk, tras semanas de sitio y ataques aéreos y de artillería.
«El Ejército ruso está arrojando fuego» sobre Lisichansk, dijo hoy el gobernador de Lugansk, Sergii Gaidai.
Rusia controla más de 95% de Lugansk y cerca de la mitad de Donetsk, la otra provincia que forma el Donbass.
Moscú se fijo como objetivo la captura de toda la región minera e industrial luego de replegar a sus tropas de los alrededores de Kiev, Jarkov y otras ciudades norteñas, a fines de marzo.
Autoridades separatistas de Lugansk dijeron que 500 civiles que también estaban refugiados en la planta de Azot fueron evacuados en las últimas 24 horas. La captura de Lisichansk liberaría a unidades rusas para avanzar sobre Sloviansk y Kramatorsk, las últimas grandes ciudades controladas por Ucrania en el Donbass, ambas en Donetsk.