Dos hombres perdieron la vida en diferentes siniestros viales en nuestra provincia durante el fin de semana. En tanto, una tercera persona murió mientras retiraba su camioneta del garaje de su casa.
En el primer episodio registrado, un hombre de 53 años murió ayer por la mañana, luego de chocar con su moto contra una máquina cosechadora en la ruta E-52, a la altura del paraje Corral del Bajo, cerca de la localidad de Pozo del Molle, en el departamento Río Segundo. Por causas que se investigan, el hombre perdió el control de su Honda CBR 600 centímetros cúbicos e impactó contra la máquina, con dos hombres a bordo, que circulaba por la mencionada ruta.
La muerte del motociclista sobrevino a los pocos instantes, informaron fuentes policiales. La escena del siniestro quedó bajo investigación judicial de la fiscalía de instrucción de la zona.
En tanto, el sábado, un hombre de 24 años murió y otro de 21 resulto herido en cercanías de la ciudad de Bell Ville, en el sur provincial, luego de que el auto en que se conducían volcara por motivos que se intentan establecer. El siniestro se produjo nueve kilómetros al sur de la ciudad mencionada, en la conocida “Curva del Globo”, sobre la ruta 3, kilómetro 15.
Los ocupantes salieron despedidos del Fiat Palio en medio del vuelco y uno de ellos perdió la vida en el acto. En tanto, el otro resultó con heridas de distinta consideración y fue trasladado a un hospital local.
Finalmente, el último trágico episodio registrado por la Policía da cuenta de un hombre que murió aplastado por su propia camioneta el viernes pasado a la mañana en barrio Las Dalias de nuestra ciudad. Según lo indicado por la Policía, el hombre, de 73 años, era dueño de un taxi y debía sacarlo de su garaje para que el conductor comience su jornada laboral, pero primero debía sacar su camioneta Chevrolet Tracker.
Fue al momento de retirar su automóvil particular que la víctima habría atropellado a su perro, por lo que bajó a socorrerlo, pero olvidó apagar la marcha de la camioneta y esta continuó en movimiento. Producto de ello, el coche terminó llevándoselo y le aplastó la cabeza contra el asador de la casa.