Como parte del plan de reestructuración del sistema interurbano de transporte en nuestra provincia, el gobierno de Córdoba conformó la denominada “Mesa de trabajo conjunto”. Se trata de un organismo que, hasta ahora, estaba conformado por las empresas, el gremio y el Estado provincial (representado por la Secretaría de Transporte) y al que ahora se sumarán dos universidades nacionales y el Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep).
Según la Resolución número 54 de Transporte de la Provincia, a la mesa fueron invitados a participar el Ersep, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Entre los considerandos, la norma habla de la necesidad de llevar a cabo una reestructuración integral del sistema de transporte interurbano en el marco de la emergencia actual.
La idea es que la renovación sea “diagramada y planificada en conjunto con los distintos actores del sector, con el fin de garantizar la sustentabilidad del sistema, sostener cobertura y conectividad territorial, optimizando kilómetros, horarios y cantidad de servicios en función de la demanda y que, además, resguarde las fuentes laborales involucradas”.
Entre otros objetivos, se busca “implementar medidas tendientes a la colaboración de servicios de transporte, introduciendo modificaciones en las modalidades de prestación, estableciendo tarifas diferenciales por horarios y propendiendo al logro de una metropolización del transporte”. La norma habla de “rediseño general”, de “modernización”, de “incorporación de tecnología”, tales como el concentrador de ventas, la ampliación del sistema de pago, la creación de una aplicación de software diseñada para funcionar en dispositivos móviles para el seguimiento geo localizado de las unidades, y de “la puesta en marcha del Observatorio de la Movilidad”.
Crisis terminal
Tanto la mesa como la reestructuración en general se enmarca en una profunda crisis del servicio, que sufrió la quita de los subsidios nacionales y provinciales, con un posterior incremento en el precio del boleto de más de 300% en los pocos meses desde que asumieron Martín Llaryora en la Provincia y Javier Milei en la Casa Rosada, reveló el diario La Voz del Interior.
Eso provocó una caída brutal en la cantidad de pasajeros que se estima en el 30%. El precio de los viajes se disparó tanto que, por ejemplo, un pasaje Córdoba-Mendiolaza cuesta $ 2.300, y se quitaron varias frecuencias. En el medio, usuarios de corredores del área metropolitana se quejan por la falta de servicios en las horas pico, momentos en los que es imposible abordar un ómnibus si no es en las terminales.