El día después de la multitudinaria marcha universitaria, en el Gobierno minimizan el impacto de la protesta y activan las negociaciones para reafirmar el veto a la Ley de Financiamiento Universitario tras la convocatoria de la Unión Cívica Radical (UCR) para tratarlo el miércoles 9 de octubre en la Cámara de Diputados.
“¿Qué marcha?”, ironizó un importante alfil libertario que planteó que la convocatoria perdió adhesión desde el 23 de abril, cuando más de un millón de personas salieron a la calle en todo el país en defensa de la educación pública, a la fecha.
Según expresan, la presencia de figuras políticas como la de la expresidenta Cristina Kirchner; el excandidato a presidente de Unión por la Patria Sergio Massa; o el senador radical Martín Lousteau favoreció al Gobierno en la puja y transformó la protesta en una marcha de la oposición con poca presencia de personas no agrupadas.
Desde el Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich estiman que entre abril y octubre, el reclamo perdió fuerza y en esta oportunidad solo convoco a un tercio de los que movilizaron a principios de año.
“La marcha no fue en defensa de la UBA porque el conflicto de financiamiento está por resolverse. La usaron solo para desestabilizar a Milei”, repiten por los pasillos de Casa Rosada al tiempo que afirman que insistirán con la propuesta del 6,8% en la negociación paritaria con los gremios universitarios, con quienes esperan retomar el diálogo la próxima semana.
“No afecta en nada”, resumió en sintonía un libertario ante la agencia Noticias Argentinas luego de que cientos de personas colmaran la Plaza del Congreso en reclamo por mejoras salariales a docentes y no docentes universitarios. A horas de la marcha, el presidente Javier Milei hizo oficial el veto a la ley de actualización universitaria.
Clave legislativa: el PRO y la visita de Ritondo
A raíz de los pedidos de sesión especial para el próximo miércoles de la oposición dialoguista y Unión por la Patria, en el Poder Ejecutivo se esperanza con volver a contar con el respaldo de los 87 “héroes” que hasta el momento se mantienen en silencio, y confían en el rol del titular de la Cámara de Diputados, Martin Menem, para avanzar en la tarea de sumar voluntades que no aparecen.
Hoy, pese a no participar de la reunión de Gabinete, el riojano visitó los despachos de su pariente, Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Estado y mano derecha de la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, para afinar la estrategia legislativa.
Lo cierto es que el silencio del PRO enciende los alertas. Pese al buen vínculo materializado en el asado en la quinta de Olivos y las continuas mesas de trabajo con representantes del Ejecutivo y legisladores de La Libertad Avanza de los lunes, el espacio que lidera Mauricio Macri aún no ha expresado su compromiso de acompañar la decisión de Milei como sucedió con la actualización de jubilaciones.
En ese marco, el titular del bloque, Cristian Ritondo, visitó hoy al vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán. Su entorno y la cartera de Interior coinciden en que se trató de una encuentro programado previamente del que participó además el intendente de Junín, Pablo Petrecca, para resolver un reclamo puntual, y rechazan que la postura del espacio haya sido parte del temario.
“El martes definiremos la decisión del PRO”, anticipó una legisladora a esta agencia, definición que tendrá lugar el día después de la habitual reunión de los lunes en Casa Rosada con funcionarios y diputados libertarios.
En paralelo, el titular de la fuerza recibió al bloque de senadores en Acassuso para unificar postura en esa bancada. Participaron Luis Juez (Córdoba); Beatriz Ávila (Tucumán); Carmen Álvarez Rivero (Córdoba); Victoria Huala (La Pampa); Alfredo De Angeli (Entre Ríos); Martín Goerling Lara (Misiones) y Andrea Cristina (Chubut).
Desde la mesa chica libertaria siguen cada movimiento de sus aliados políticos y se muestran optimistas. “Confiamos en que el PRO pueda actuar orgánicamente. Tanto el presidente del partido como el jefe de bloque”, plantearon en alusión a Macri y a Ritondo.
En el poroteo que lleva el oficialismo dan por descontados el acompañamiento de dos de los cinco radicales díscolos, Luis Picat y Ricardo Campero, quienes ya comunicaron su apoyo, y ven factible que los tres restantes sumen su adhesión.
También crece la esperanza de avanzar en las negociaciones con los gobernadores para torcer la voluntad de algunos integrantes del Innovación Federal, pese al anticipo de la jefa de bloque, Pamela Calletti, quien reveló que rechazará las intenciones del mandatario.
Con dos de los diputados del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) asegurados, sin Óscar Zago que estará de viaje, Menem trabaja en acercarse a los 87 votos a favor a menos de seis días de la sesión.
Para Milei, el equilibrio fiscal es innegociable, y si bien desde su entorno admiten que están dispuestos a discutir la actualización de las partidas presupuestarias de educación aseguran que debe darse en el Congreso, en el marco la negociación del Presupuesto 2025.
En la mesa chica libertaria se anticipan a todos los escenarios y la posibilidad de rechazo del veto es una opción de no conseguir los votos que hacen falta. “La plata de algún lado tendrá que salir», vaticinan en caso de que el Congreso le de la espalda a la voluntad del jefe de Estado.