Estados Unidos invierte 500 millones de dólares en la construcción de una supercomputadora con la que quiere competir contra China en la carrera tecnológica. Esta súpercomputadora, una de las más caras que se están construyendo, se basará en la tecnología Intel y Cray.
El ordenador, llamado Aurora, se instalará en 2021 en el Laboratorio Nacional de Argonne, cerca de Chicago. Responsables del laboratorio aseguran que está será la primera máquina estadounidense en alcanzar el hito del llamado rendimiento “exascale”, es decir, que será capaz de superar el quintillón de cálculos por segundo.
Eso significa aproximadamente siete veces el índice de velocidad del sistema más poderoso construido hasta la fecha, o 1.000 veces más rápido que los primeros sistemas “petaescala” que comenzaron a surgir en 2008. Sus promotores esperan que estas computadoras permitan a los investigadores crear simulaciones de fenómenos mucho más precisas. Por ejemplo, a la hora de comprobar la respuesta de determinados medicamentos, sobre los cambios climáticos, el funcionamiento interno de los motores de combustión o los paneles solares.
El futuro superordenador Aurora también está diseñado para explotar nuevos avances en el campo de la inteligencia artificial, incluidas las técnicas de aprendizaje automático impulsadas últimamente por Google y Facebook.
Las supercomputadoras desempeñan un papel importante en tareas como el diseño de armas y el descifrado de códigos y por ello se consideran como el principal pilar y referencia de la competitividad nacional en ciencia y tecnología. Durante décadas, Estados Unidos ha liderado este campo, pero en los últimos tiempos China se ha convertido en un fuerte rival.