La parte frontal del glaciar situado en la Antártida, que podría causar el fin del mundo, tiene una “grieta alarmante” que podría provocar su ruptura en solo cinco años. Es que de esta forma, “glaciar del Juicio Final” se ganó ese catastrófico mote por su potencial aporte a la subida del nivel del mar.
Está ubicado en la Antártida y desemboca en el mar de Amundsen, a unos 30 kilómetros al este del monte Murphy, en la tierra de Marie Byrd. Parte del glaciar Thwaites tiene el tamaño de Florida, unos 170.300 kilómetros cuadrados, y su derretimiento representa aproximadamente el 4% del aumento global del nivel del mar.
En esta línea, nuevos datos publicados el pasado lunes, muestran que el calentamiento de los océanos está haciendo que la plataforma de hielo oriental Thwaites (TEIS) pierda su control sobre el banco submarino, que actúa como un punto de anclaje para sujetarlo al resto del glaciar. Las imágenes de satélite presentadas en la reunión anual de la Unión Geofísica Estadounidense muestran varias grietas diagonales que se extienden a través del TEIS.
“Si esta plataforma de hielo flotante se rompe, el glaciar Thwaites se acelerará y su contribución al aumento del nivel del mar llegará hasta en el 25%”, compartieron los investigadores durante la presentación.
“Habrá un cambio dramático en el frente del glaciar, probablemente en menos de una década”, dijo a la cadena británica BBC el profesor de glaciares Ted Scambos, coordinador principal de Estados Unidos para la Colaboración Internacional de Glaciares Thwaites (ITGC).
Por su parte, la autora principal del estudio, Erin Pettit, de la Universidad Estatal de Oregón, compara la grieta creciente con las que pueden darse en un parabrisas: un pequeño golpe en el automóvil y el parabrisas podría romperse en cientos de pedazos. Cuando la plataforma falle, el tercio oriental del glaciar Thwaites se derretirá a un ritmo aún más rápido. Pettit dijo a la revista “Science” que esto triplicaría la velocidad y aumentaría la contribución del glaciar al nivel global del mar al 5% en un corto periodo de tiempo.
“Hemos trazado un mapa de las áreas más débiles y fuertes de la plataforma de hielo y sugerimos una ruta en ’zig-zag‘que las fracturas podrían tomar a través del hielo, lo que en última instancia conduce a la ruptura de la plataforma en tan solo 5 años”, escribió el equipo en el resumen de su presentación.
“La parte central de TEIS no tiene grietas superficiales obvias, excepto por la expresión superficial de un canal basal pronunciado alineado paralelo al flujo del hielo. A pesar de contar con una superficie lisa, el radar de penetración terrestre muestra una zona de hielo fina y una topografía basal compleja que incluye numerosas grietas” añadieron en el mismo informe.
Acá el cambio climático no es el único culpable, pero un estudio publicado en agosto encontró que el glaciar Thwaites también se está derritiendo debido al calor de la Tierra.
En tanto, el apodado “glaciar del Juicio Final” debido a su grave impacto en el aumento del nivel del mar, está siendo golpeado por el calor de la corteza terrestre, ya que se encuentra a solo 16 kilómetros de profundidad por debajo de la Antártida occidental.
Esto da como resultado un “flujo de calor geotérmico de hasta 150 milivatios por metro cuadrado”, dijo en un comunicado una de las autoras principales del estudio, la Doctora Ricarda Dziadek.
Cabe recordar que desde 1980, ha perdido al menos 600.000 millones de toneladas de hielo, según un análisis de 2017 realizado por el New York Times, utilizando datos de la NASA. “La temperatura en la parte inferior del glaciar depende de una serie de factores, por ejemplo, si el suelo consiste en roca compacta y sólida o en metros de sedimento saturado de agua”, explicó el coautor y geofísico de AWI, el Doctor Karsten Gohl. “El agua conduce el calor ascendente de manera muy eficiente. Pero también puede transportar la energía térmica antes de que llegue al fondo del glaciar“, concluye.