LA CASA DEL HORROR
Está previsto para el venidero viernes 28 el inicio del juicio a Daniel Emanuel Ledezma de 35 años y a su ex novia Elizabeth Natalia Miranda, de 44, acusados de homicidio calificado por alevosía, que en caso de probarse, desembocará en la inevitable condena de prisión perpetua. Las audiencias se desarrollarán en la Cámara Sexta del Crimen integrada por los jueces Brandán, Buteler y Díaz Reyna y la acusación estará a cargo del fiscal Berger.
El caso que los involucra es muy perverso y morboso. Sucedió en barrio Zumarán en febrero del 2022, aunque recién se descubrió en abril del 2023. Se trata del crimen de una vecina del barrio, N.L, que estaba desaparecida hacía más de un año y que según la investigación del fiscal Godoy, fue asesinada por los imputados y enterrada en el patio de la casa que habitaban, debajo de una pileta Pelopincho en la cual se bañaban.
El hecho se descubrió a partir de una llamada al 911 que hizo la propia Elizabeth Miranda por un supuesto episodio de violencia de género. Cuándo policías llegaron a la vivienda de Gaboto 2015, vieron que la mujer le exigía a Ledezma que confesara “algo que había hecho”. El intríngulis no fue sencillo de resolver porque además y según los vecinos, Miranda anteriormente había sido pareja del padre de Ledezma. La situación se volvió tan tensa que finalmente la mujer confesó el crimen de N.L y el lugar donde habían sepultado su cuerpo. Sobre las causas de lo sucedido en febrero del 22, la hipótesis es que Miranda estaba celosa de la víctima (adicta a las drogas) y le ordenó a Ledezma que la matara.
Si bien al principio se pensó que psicológicamente los imputados no estaban en plenitud, las pericias psiquiátricas demostraron que comprendían la realidad, más allá de raras costumbres que tenían, y de sus frecuentes peleas a los gritos. Como sea, el escabroso caso que se juzgará quedó rotulado como el de La Casa del Horror.
“AVARICIO” DAGATTI
En una de sus canciones más hermosas, Juan Carlos Baglietto canta “La vida es una moneda, quien la rebusca la tiene…”, pero aclara “Ojo, que hablo de monedas y no de gruesos billetes”. El problema con los “gruesos billetes” es que muchas veces son conseguidos gracias a la rapiña y a siniestras conductas delictivas, capaces de enriquecer a alguien “de la noche a la mañana”.
Hace algunos días, el fiscal de Delitos Complejos Enrique Gavier, quien investiga el entramado de delitos en el Servicio Penitenciario y las cárceles de Bouwer y Villa María, dictó la prisión preventiva para el empresario riocuartense Alicio Dagatti (oriundo de General Deheza), su hijo Ignacio, Luis Mina (empleado del frigorífico Livorno), Maximiliano Irusta (camionero) y el guardiacárcel Ramón Farías. La imputación es por presunta asociación ilícita acusados de ingresar drogas, pastillas, bebidas alcohólicas y teléfonos celulares en las cárceles, todo camuflado en reses de carne ya que Dagatti tenía la concesión del SPC para el suministro de este alimento a las unidades penales. El hecho más resonante ocurrió el 23 de diciembre del 2023 con un camión interceptado en Bouwer. De todos modos la investigación está en pleno desarrollo y no se descartan más complicaciones para este poderoso empresario de 60 años de edad.
Lo cierto es que Alicio Dagatti pasó de ser un joven carnicero a ser el dueño de los frigoríficos Agropecuaria Transur de Alcira Gigena, Arezzo de Río Tercero y Livorno de Las Higueras. Pero además es dueño del canal de televisión Quatro, del descuidado diario Puntal y de varias propiedades inmobiliarias. Como broche de oro, recordemos que su imagen pública creció mucho por ser durante varios años el presidente del club Estudiantes de Río Cuarto, hoy en la Primera Nacional.
Dicen en la fiscalía de Gavier que la prueba sería importante y sustanciosa, con diálogos telefónicos muy interesantes. En definitiva, no deja de llamar la atención que un empresario tan exitoso esté acusado de “meter drogas y teléfonos” en las cárceles. Socarronamente, alguien que conoce la causa ya lo empezó a llamar “Avaricio” Dagatti.