McLaren está entre esos equipos históricos de la Fórmula 1. Su auto pintado rojo y blanco como el paquete de cigarrillos más famoso del mundo de sus años dominantes es una pieza de colección para cualquier fanático. Pero en un automovilismo donde el dinero manda, el nombre no alcanza para ser campeón y el equipo que nació con Bruce McLaren en 1966 tuvo que esperar 26 años para poner su nombre en lo más alto del Mundial de Constructores. Lo hizo ayer, en Abu Dabi, con la dupla más joven de pilotos de sus nueve títulos: Lando Norris (25), que ganó la carrera y soportó a las Ferrari -que completaron el podio- y Oscar Piastri (23).
El primero fue el de 1974, con Emerson Fittipaldi (1°), Denny Hulme (7°) y Mike Hailwood (10°) en sus filas, y el último en 1998, con Mika Hakkinen (1°) y David Coulthard (3°). En el medio pasó la gloriosa década del 80’ y el principios de los 90’ en las que ganaron seis de los ocho torneos disponibles (1984, 1985, 1988, 1989, 1990, 1991) y convivieron tres de los mejores pilotos de la historia: Niki Lauda, Ayrton Senna y Alain Prost.
A diferencia de esos ocho campeonatos en los que también había celebrado la conquista del Mundial de Pilotos -Fittipaldi en 1974, Lauda en 1984, Prost en 1985 y 1989, Senna en 1988, 1990 y 1991 y Mika Hakkinen en 1998-, el de 2024 llega a McLaren por la suma de puntos de Norris (374) y Piastri (292), quienes sin embargo no pudieron arrebatarle el cuarto título mundial a Max Verstappen, campeón en Las Vegas y que acabó con 437 por su sexto puesto en Abu Dhabi.
Párrafo aparte para Franco Colapinto, quien intentó tener una despedida prolija (al menos por ahora) de la Máxima. El argentino evitó un accidentado inicio con el toque entre el tetracampeón Max Verstappen y Oscar Piastri, otros roces que ocurrieron delante de sus narices, y aspiraba a esperar su momento para terminar lo más arriba posible a bordo del Williams en su novena carrera. Sin embargo, el australiano lo golpeó desde atrás en una reanudación tras un auto de seguridad virtual y el argentino no se pudo recuperar: en la vuelta 28 la escudería británica lo llamó a boxes por un problema en el motor y no volvió a salir.
“Perdón Franco, esto no es lo que queríamos para tu última carrera. Tenemos un problema en la unidad de potencia”, le explicó el jefe del equipo Williams, James Vowles, a Colapinto a través de la radio. El piloto argentino, en una clara muestra de enojo mezclado con frustración, no respondió.
Colapinto se fue muy frustrado de Abu Dabi. Ya había anticipado que el Williams podía estar falto de ritmo después de los retoques en el piso de su coche a partir del recorrido por uno de los “pianos” del circuito de Yas Marina. De hecho, el cambio de caja lo obligó a cinco posiciones de penalización y su partida en el último lugar de la grilla en la carrera principal.