Lejos del optimismo del gobierno nacional respecto de los avances económicos anunciados para este año, economistas e instituciones privadas prefirieron la cautela. A mediados del mes pasado, el secretario de Política Económica, Miguel Braun, aseguró que la recesión “se terminó, el salario se recuperó, la inflación está mejor y el dólar sube poco”. La liviandad de las declaraciones del funcionario nacional se chocó directamente contra los principales indicadores de la economía.
En marzo, la venta de autos, respecto de febrero, cayó 3,1%; las importaciones desde Brasil se contrajeron 11,3% interanual y el consumo minorista que mide la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) cerró con un rojo de 11,3%. “No creo que el trimestre cierre abajo pero este marzo te muestra que la economía sigue en el piso, en terapia intensiva, y que aún cuando el campo ayude en el segundo trimestre es difícil que arranque”, aseguró a Bae Negocios el consultor Hernán Hirsch. “En enero y febrero la tasa bajaba y el dólar estaba estable. En marzo volvió la inestabilidad”, añadió el director ejecutivo de la consultora LCG, Guido Lorenzo.