Directivos de la compañía reunieron en la mañana de este viernes a los empleados y les informaron la decisión, asegurando el pago de los salarios y las indemnizaciones que les corresponden por ley.
«La impresión que me queda es la peor, pensábamos que íbamos a seguir aguantando y son 100 familias que se quedan en la calle.
Trataremos de ver como continuamos, la vida sigue. La fábrica más allá que cierre se han portado bien con nosotros pero me voy triste», dijo en declaraciones a Radio Jesús María uno de los delegados, Mario Soria.
A través de un comunicado de prensa, la compañía confirmó que el cierre es definitivo a partir del 1° de octubre y lamentó que a pesar de varias iniciativas para impulsar la producción local de motores y componentes, las ventas han caído.
«Se hicieron también iniciativas para producir grupos electrógenos, pero la continuidad de las operaciones de compañía se ha vuelto inviable debido a los bajos volúmenes para satisfacer en cuanto a la demanda del mercado local», dijo la firma.
Y agregó que todo el respaldo necesario para los productos MWM en Mercosur ahora se proporcionará a través de sus operaciones en Brasil, con un enfoque en la red de servicio local de Argentina, asistencia técnica y distribución de repuestos.
«Veníamos de mal en peor, lo que nos extrañó es que el gerente venía bien. Habíamos firmado un acta donde por tiempo indeterminado no podían tocar nada. Siempre veíamos todo igual. La veíamos venir pero no pensábamos que era así», dijo Sergio Aramayo, un operario.
En agosto de 2018 los accionistas brasileños anunciaron una inversión de 30 millones de pesos para producir la primera línea de generadores de energía y Argentina como el primer mercado para abastecer.
Adaptaron 560 metros cuadrados del edificio de 14.000 metros cuadrados para fabricar entre 30 y 40 unidades hasta fin de año en los primeros tres meses y 140 en 2019.